martes, 9 de octubre de 2007

Mi pelota grande


Hoy me he levantado igual de pronto como si fuera a la guardería, pero en lugar de a la guardería he ido a casa de mi abuela Pepa. Allí llegó tita Rosi y fui con ella a la farmacia, además de jugar un montón con ella. Luego llegaron tita Cristina, el abuelo Felipe y mis padres, comimos todos allí. ¡Qué bien cocina la abuela Pepa!. Papá se fue a trabajar y yo me fui con mi mami a la calle, fuimos de compras, en realidad a devolver ropa que mami se había comprado, estuvimos de tiendas hasta que mi tito Francisco nos recogió y nos llevó a casa. ¡Qué ganas tenía de coger mis juguetes!. Justo cuando llegamos allí, llegó Luba. Ella está siempre limpiando, y mi mamá como yo no me estaba quieta me puso en el parque para que ella pudiera planchar mientras Luba limpiaba. No salí de allí hasta que llegó papá, y entonces todo pasó a ser como siempre: baño, biberón y a dormir.

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