jueves, 24 de diciembre de 2015

En el Selwo Aventura

El lunes del pasado puente de diciembre, justo el día después de haber ido a ver las luces navideñas en la Calle Larios de Málaga, fuimos a Estepona para conocer el Selwo Aventura. Mis padrinos Mari Carmen y José Miguel quisieron invitarnos. Ya hacía mucho tiempo que teníamos pendiente venir a verlo juntos pero por una cosa o por otra no habíamos podido, pero no importaba, ahora sí que sí lo conseguimos. La pena fue que mi prima Natalia no pudo venir porque le pilló fuera.

El Selwo Aventura abría sus puertas a las 10:00 y unos minutos antes de que abrieran estábamos allí todos dispuestos para entrar.  Lo primero que vimos casi nada más entrar fue el guepardo, el mamífero terrestre más rápido del planeta. ¡Qué bonitos son! Los vimos bien cerca porque la cuidadora les dio un aperitivo delante nuestra.

Junto a la celda del guepardo estaban estratégicamente colocadas las gacelas, el alimento favorito del guepardo. Junto a las gacelas pudimos incluso tocar unos animales que parecían burros con listas como las cebras pero que no eran ni una cosa ni la otra, sino que eran asnos somalís. Vimos rinocerontes blancos, hipopótamos, ñus, cebras y hasta elefantes. Mi hermano, mi padrino y yo le dimos de comer a una jirafa (¡qué lengua tan larga tienen!) y también entramos en una zona reservada donde también dimos de comer a varias cabras enanas. Esto le gustó mucho a Miguelito. También vimos cómo le dieron un aperitivo a los leones y también una exhibición de aves que fue realmente impresionante. ¡Jo! ¡Cómo bajaban desde el cielo y volaban directas hasta el brazo del adiestrador! Ver de cerca un búho real o al buitre leonado era espectacular. Miguelito se hizo una foto con el búho. Como mi hermano se apunta a un bombardeo se apuntó a un paseo en dromedario. Fue un paseo pequeño, pero suficiente para luego ir presumiendo. Yo no quise montarme en el dromedario pero en cambio pisé una caca de dromedario. ¡No pasa nada!

Mi padre disfrutó grabando casi en primicia al lince ibérico, que es muy muy tímido y complicado de ver. A mi madre le impresionó mucho la hiena. A mí, una de las cosas que más me gustó fue cruzar por el inmenso puente colgante que había encima del lago central. Fue muy emocionante.  Eso y los flamencos que me encantan así tan rosita. Lo que menos me gustó fueron los reptiles y esos bichos, aunque reconozco que es impresionante ver de cerca a una anaconda, una boa o una serpiente pitón.

Al final pudimos realizar el recorrido completo y no dejamos nada por hacer. Ya casi estaban cerrando las puertas cuando salimos. Fuimos casi los últimos. Para despedirnos varios pavos reales extendieron completamente su plumaje y pudimos ver lo bonito que es bien cerca. Nos despedimos en el mismo parking y mi hermano y yo caímos derrotados en los asientos traseros del coche.

La última foto es un selfie que se hicieron mi padre, Miguelito y un lémur. ¿No es divertida?



viernes, 11 de diciembre de 2015

Alumbrando la Navidad en la Calle Larios de Málaga

El domingo pasado fue un día muy completo. Nos despertamos algo más pronto de lo habitual para ser domingo y nos arreglamos para ir a misa. Mi amiga Elena participaba en la misa y yo no quería perdérmelo. Además mi madre se ha propuesto últimamente que yo no me pierda ni un domingo de misa y bueno, fuimos todos, incluido mi padre que suele ser el más perezoso de la casa para ir a la iglesia, pero es que como habíamos quedado con su amiga Ana justo después de la misa, para conocer a su bebé que ya tiene casi seis meses. El bebé de Ana se llama Lola, que es como se llama su abuela, aunque a la abuela la conocen todos como Loli, pero bueno, es más o menos lo mismo. Lola resultó ser una niña muy guapa, con unos ojos azules increíbles y sobre todo muy pero que muy espabilada y sonriente. ¡Un encanto de bebé! Y escuchando lo que dice su madre más aún, pues desde que era muy pequeñita duerme ocho horas seguidas.

Después de tomar un refresco con ellos en un bar nos despedimos y fuimos directamente a un restaurante de Málaga donde habíamos quedado con nuestros amigos Dani, Jaime y Gabriel, y también con sus padres, claro, Miguel y Sagrario. Almorzamos en un restaurante que se llama Castizo donde comimos estupendamente. Mis padres se pidieron un buen plato de fabes y se les veía muy satisfechos.

Nada más terminar de almorzar fuimos seguidamente al centro de Málaga, para tomar un chocolate con churros mientras esperábamos que anocheciera y así poder ver el encendido de las luces en la calle Larios. ¡Es un alumbrado espectacular! De los mejores que he visto nunca sino el mejor. ¡Qué disfruté viendo el gran ambiente que había en la calle Larios! Parecía que estuviésemos en feria. Había incluso más gente que en la feria. En realidad había tanta gente que agobiaba un poco. El día que visitamos el centro de Málaga para disfrutar de la iluminación puede que sea el día que comienza la Navidad para nuestra familia. Es como el pitido inicial de las fiestas navideñas.

Nos despedimos de nuestros amigos en la Alameda de Málaga y regresamos a casa, porque tampoco queríamos acostarnos muy tarde porque el lunes teníamos previsto también un día intenso para disfrutar. 

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Otro día de Miguelito en la Rosaleda

Llevaba mi hermano Miguelito mucho tiempo pidiéndole a mi padre que se lo llevara al fútbol, a la Rosaleda, para ver un partido del Málaga. Mi padre le había dicho más de una vez que cuando uno de los que van al fútbol con él dejara un carnet libre lo llevaría, pero cada vez que eso ocurría era a una hora muy tarde. Miguelito está todos los fines de semana pendiente, y cada vez que ve que mi padre está preparándose para ir a un partido, le pide que le lleve, pero siempre hay una pega, pero este último fin de semana, a última hora se quedó un carnet libre, y como el partido no era demasiado tarde, mi padre le dijo que lo llevaría. ¡Qué contento se puso!

Faltó Ángel y mi padre se lo llevó. Fueron con él el abuelo Miguel y también mi padrino José Miguel, además Alberto y su hermana, que fue por Mario. Jugaba el Málaga un partido de Liga contra el Granada. Era sábado a las 20:30 y como Miguelito ya tiene siete años, pues se lo llevó.

Miguelito se lo pasó bomba a pesar de que el partido se complicó. Primero marcó el Málaga casi en el último minuto de la primera parte (1-0 Charles) , y después el árbitro expulsó un jugador del Málaga (Tissone), y parecía que el Granada aprovecharía la oportunidad pronto pero el Málaga marcó un segundo gol.  (2-0 Fornals) y cuando todo parecía que estaba más que encaminado el Granada marcó en el minuto 82 por medio de El-Arabi y seguidamente, en el minuto 85 marcó Rochina.

Al final un empate que no contento ni a mi padre ni a mi hermano, y seguramente sí a todos los granadinos, pero bueno, el lo que tiene el fútbol, que todo puede pasar, por eso es tan emocionante.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Sorpresa tras sorpresa

Mi hermano Miguelito y yo en ocasiones sabemos sorprendernos hasta a nosotros mismos. Por ejemplo, esta misma mañana, para no ir más lejos, nos despertamos los primeros, incluso antes nuestros padres que por lo visto se acostaron tarde viendo una película anoche, de manera que quisimos darles una sorpresa y se me ocurrió que podíamos hacer las camas y recoger los líos de nuestro cuarto. Yo me dediqué a hacer las camas y Miguel a recoger líos de nuestro cuarto -cada uno hace lo que mejor se le da-,  y a colocar todos los muñecos. Después fuimos al salón y recogimos y ordenamos hasta la perfección. Orden y silencio, dos de las cosas que más nos piden nuestros padres.

Justo íbamos a comenzar en la cocina a preparar el desayuno cuando mi padre nos pilló in fraganti. ¡Vaya sorpresa que se llevó! ¡Y mamá no digamos! ¡Qué contentos se pusieron! Papá salió a comprar pan mientras mamá comenzó a preparar el desayuno. Como premio, mientras la pobre de mamá se quedó haciendo el cambio de la temporada de ropa, mi padre nos llevó al parque con las bicis. Pedaleamos y jugamos al fútbol -sí, yo juego también a veces al fútbol, aunque lo hago entrenando a mi hermano para que algún día se haga un gran futbolista-.

Después del parque papá fue a comprar un pollo asado mientras nosotros dos preparamos la mesa. La preparamos completamente, desde el mantel hasta la cucharilla de la mayonesa. Todo. Después entre todos recogimos la mesa y Miguel se encargó de fregar los platos -han leído bien, Miguel fregó los platos-. Yo limpié y recogí el mantel. Mientras papá se fue a leer y a echar una siesta mientras, después yo hice los deberes que tenía atrasados y Miguel vió los dibujos en la tele. Mamá, la pobre, siguió con el cambio de temporada de armarios.

A la hora del café y cuando todos ya habíamos terminado nuestros quehaceres, nos sentamos en el sofá a merendar y a ver una película. ¡Una peli en familia! Los Minios. ¡Chulísima! Qué buen día hemos pasado y todavía están por llegar los abuelos que vienen a ver un partido de fútbol. ¿No es un día maravilloso?

lunes, 2 de noviembre de 2015

Viendo el American Motor Show

Era sábado y mi padre me llevó a clase de perseverancia, que es algo así como un recordatorio de las clases de catequesis que recibí antes de mi Comunión. Mientras yo estaba allí mi hermano y mi padre fueron al Worten a descambiar algo. Sin perder el tiempo seguidamente vinieron a recogerme. Desde allí directamente fuimos al baratillo que montan los sábados en el recinto ferial.

Nada más aparcar vimos una especie de caravana de coches extraños y de colores llamativos unos al lado de los otros, en fila. Por lo visto iba a haber un espectáculo que se llamaba American Motor Show. El espectáculo iba a ser el sábado y Miguelito y yo estábamos entusiasmados de veras con la posibilidad de ir a verlo.

En el rastro coincidimos casualmente con el abuelo Miguel, que de vez en cuando también va a darse un paseo por allí. Le saqué un collar muy bonito, bueno, le saqué no, que él quiso regalármelo y "sólo" eran 3 euros, y a mi hermano el dinero equivalente de mi collar en estampas de fútbol. En realidad fue cosa de mi abuelo Miguel, pero nosotros pusimos caritas de no hace falta pero lo estamos deseando. Al menos mi padre invitó a café y refrescos en un bar.

Al día siguiente era domingo y mi padre nos dijo que, con suerte, si hacíamos todos los deberes sin rechistar lo más mínimo y poníamos todas las cosas que había por medio en la casa en orden iríamos a ver el show. Entonces nos llamó Óscar el vecino, que estaba con Óliver y Ana en la puerta para entrar. En un salto nos preparamos y al final fuimos, claro, y lo pasamos genial.

Coches aplastados, reactores de aviones colocados en la parte de atrás de un coche, derrapes, frenazos, ruedas reventadas, coches a dos ruedas y mi padre que cuando pidieron a un voluntario valiente salió. ¡Jo, qué valiente que es! El hombre dijo que necesitaba alguien que mantuviese el volante mientras el vehículo estuviera a dos ruedas y mi padre se presentó voluntario, ¿no es valiente? Al final no fue tan peligroso y nos reímos mucho con la representación. Al final se ganó una gorra y al terminar el show el piloto la firmó. Miguelito está todo el rato con la gorra puesta. La verdad es que lo pasamos estupendamente.


jueves, 15 de octubre de 2015

Viajar es estupendo

Seguramente algunos pocos que leéis de vez en cuando este blog estaréis pensando que lo tenemos olvidado y que ya no escribimos ni actualizamos ni nada de eso, y, bueno, tenéis razón. Entre que los días los tenemos muy ocupados y que hacemos tantas cosas casi no nos queda tiempo para escribir y cuando tenemos tiempo siempre lo ocupamos en otras cosas.

Mi padre además escribe en su propio blog, algo menos que antes, pero mucho más que aquí. Así que se hace difícil, y desde hoy pedimos perdón e intentaremos desde ahora en adelante volver a darle algo más de ritmo a esto de escribir las distintas cosas que nos van pasando.

Así que empezaré diciendo que este verano ha sido muy pero que muy movido. Los cuatro de la familia hemos hecho un estupendo viaje en coche por España. Así recordandolo todo por encima dire que estuvimos 7 u 8 días. No lo recuerdo ahora. Salimos muy temprano madrugando y fuimos a Consuegra, desde allí a Ávila, después visitamos Segovia, Peñafiel, Burgos, Covarrubias, Santo Domingo de Silos, Lerma, Frómista, Carrión de los Condes, Villalcazar de Sirga, León, Artorga, Benavente, Zamora, Toro, Valladolid, Madrid y bajando de vuelta Medina del Campo y Almagro.

Visitamos molinos, catedrales, museos, monasterios, iglesias, plazas mayores, el Santiago Bernabéu, el Parque Warner y muchísimos sitios más. Lo pasamos genial allá donde fuimos. Comimos genial y el tiempo fue estupendo. Todo salió maravillosamente y mi hermano y yo ya les dijimos a nuestros padres que estamos dispuestos a otro como éste cuando quieran, porque viajar es estupendo.


Esta foto que os compartimos es una que nos hicimos justo antes de visitar Covarrubias, a la entrada del pueblo, junto al río Arlanza. ¡Qué bonitos recuerdos!

domingo, 19 de julio de 2015

De campus

Este mes de julio mi hermano Miguel está yendo a un campus de fútbol, con su nuevo equipo del Fuengirola Athletic, y yo, para no quedarme en casa sin hacer nada todas las mañanas, me han apuntado mis padres a un campus de multideporte. Mis padres me dijeron que era bueno hacer ejercicio y a mí no me importaba, así que me apuntaron, pero desde el primer día en el que he ido al campus estoy encantada. 

Estoy pasándomelo en grande en el campus, conociendo nuevas amigas y también disfrutando con otros deportes. Un día jugué al baloncesto y metí cinco canastas y el equipo en el que yo jugué ganó los dos partidos. Fui la segunda máxima anotadora de todos los equipos, y muy cerquita de la máxima anotadora, que metió sólo uno más.

En el campus un día también hicimos juegos de agua, como llenar un barreño rellenando conos de tráfico, y también guerras de globos de agua. Otro día fuimos a la piscina, en el pabellón Juan Gómez Juanito. En definitiva me lo estoy pasando súper bien.


miércoles, 10 de junio de 2015

En todo lo alto de la Catedral

Era un domingo de mediados de mayo súper soleado y extrañamente no teníamos ningún plan para ese día. La primera idea era ir a la playa pero como mi hermano se hizo pocos días antes una herida muy grande en el tobillo, con muy mala pinta, no nos pareció una buena idea ir a la playa para que se le llenara de arena, a pesar de que sabemos que el yodo del mar le iba a venir bien. Por una cosa u otra no fuimos y como mi padre había leído que en la Catedral de Málaga habían recientemente restaurado la cubierta y que ahora se podía subir a todo lo alto, pues nos fuimos para Málaga.

Aparcamos y fuimos directos para la Catedral donde sacamos el ticket, y después de subir doscientos escalones nos encontramos en todo lo alto de la Catedral, con toda la ciudad de Málaga a nuestros pies. ¡Nos encantó! Y tuvimos mucha suerte porque aparte de que hacía un día estupendo, coincidió que en el puerto de Málaga había atracado uno de esos barcos gigantescos que llaman cruceros o transatlánticos y que parece mentira que puedan flotar. Las vistas desde las terrazas de la cubierta de la Catedral son verdaderamente estupendas y durante todo el rato que estuvimos allí no hicimos otra que cosa que fotos y quedarnos alucinados.

Después de bajar los doscientos escalones nos acercamos a una de los restaurantes que más me gustan del mundo, la pizzería Lorenzo que está en la misma plaza de La Merced. ¡Qué ricos están allí los macarroni carbonara!. Para terminar de aprovechar el día dejamos el postre para tomárnoslo en Fuengirola, en Tita Fina, uno de los mejores sitios para tomar helado que conozco. ¡Siempre es una buena idea ir a Tita Fina!

domingo, 24 de mayo de 2015

En la Cueva de Nerja

Habíamos escuchado mi hermano Miguel y yo que en Nerja había unas cuevas y que mis padres ya habían estado y que cualquier día de estos nos iban a llevar. Fueron pasando los días y tanto mi hermano como yo lo habíamos olvidado por completo, pero nuestros padres no olvidan tan fácilmente y en cuanto se les presentó la ocasión, el primer día de mayo, no lo dudaron y junto con nuestros amigos Dani y Jaime -y Gabriel y sus padres, claro- nos plantamos en un salto en Nerja.

Lo primero que tenemos que decir es que mi hermano y yo no paramos de darles las gracias a nuestros padres por llevarnos allí. ¡Es una cueva espectacular! No se nos pasó nunca por la cabeza que una cueva pudiera ser tan asombrosamente enorme. No lo podíamos imaginar. Ni nosotros ni nuestros amigos.

Como Gabriel es aún muy pequeño y va en carrito y allí no se permite la entrada de carros, porque hay muchísimas escaleras, Gabriel se quedó fuera de la Cueva, con su madre, mientras que Dani, Jaime y su padre Miguel entraron junto con nosotros. Miguelito entró gratis porque estaba en el límite de edad, pero de ahora en adelante no vamos a tener más remedio que pagar entradas también por él. ¡Es lo que tiene hacerse mayor!

En realidad, tras unos reajustes en los horarios, fuimos primero a almorzar a una pizzería, donde comimos muy bien y donde también se disfrutaba de unas vistas extraordinarias hacia el mar y hacia el Balcón de Europa. Después de comer, para bajar la comida, paseamos un rato por el Balcón de Europa y nos tomamos unos helados e hicimos fotos hasta cansarnos y fue entonces cuando fuimos a la Cueva de Nerja. Una visita muy pero que muy recomendable.

Durante el camino de vuelta, no muy lejos de Nerja, paramos en un chiringuito que también tenía unas vistas espectaculares para tomar la merienda. Ya de vuelta a casa todos echamos una cabezadita en el coche, bueno, todos menos papá, claro, que estaba conduciendo.

viernes, 22 de mayo de 2015

En el cine

El fin de semana siguiente de mi cumpleaños fuimos al cine. Algo que yo tenía muchas ganas de hacer desde hacía mucho tiempo, pero es que además, en esta ocasión, fui con mis amigos del colegio y algunos primos, aparte de mi hermano Miguel, mi madre y mi abuela Pepa, a la que le hacía ilusión ir al cine. También vinieron mis primos Daniel y Natalia, además mis amigas del cole María del Mar, Lidia, Marta y Ana, también vino mi amiguita Elena, y mis vecinos Óliver y Carmen. Espero no olvidarme a nadie. Vimos la película de Cenicienta. Algunos de los que vinieron ya la habían visto pero como es tan chula, estaban encantados de verla por segunda vez.

Después del cine fuimos al Burger King que está justo al lado, donde ya nos unimos con un montón de gente más, como el resto de primos, incluyendo a mis primas Celia, Laura y Martina o mi primo Lucas,  que son muy pequeños para aguantar una película entera, aunque mi prima Celia sí que aguanta lo que pasa es que ella ya la había visto. También vinieron mis abuelos, Miguel y Felipe, que vinieron a tomar hamburguesas con nosotros, y algunos titos que tenían que cuidar a los más pequeños. Incluso tomamos tarta y café allí. Pasamos un día fabuloso todos juntos.



miércoles, 20 de mayo de 2015

El cumpleaños de Sofía

Era el día de mi cumpleaños y me desperté un poco antes porque estaba algo nerviosa. La noche anterior mis padres y mi hermano me habían regalado un par de regalos. En el pasillo, junto a la mochila, tenía preparada una gran caja de bombones para llevar a clase y compartir con mis compañeros. Me encantó ir repartiéndolos entre toda la clase, e incluso tuve la precaución de guardarle uno a mi hermano que se lo di en el recreo. 

Al terminar no fuimos al comedor pues mi padre vino a recogernos. Se había pedido la tarde libre en el trabajo porque era mi cumpleaños y nada más sonar la sirena y me asomé por la puerta y ya estaba allí. Se lo dije a mi hermano y fuimos andando para la casa porque teníamos que hacer algunas cosas como soltar las mochilas y arreglarnos un poco.

Nada más llegar a casa hice los deberes y papá las camas y Miguel, pues... a jugar al ipad, porque no traía deberes y en cuanto fueron las tres de la tarde, y mamá salió del trabajo, nos llamó para que nos bajáramos al portal porque íbamos a ir a almorzar a un restaurante que elegiría yo. Elegí una pizzería que hay en el paseo marítimo y que tiene una lasagna que me encanta. La Pizzería Ramazzotti. ¡Qué rica estaba! No quisimos tomar postre allí porque mamá iba a comprar una tarta de chocolate para esa tarde en casa y ya iba a ser demasiado, sin embargo, como mis padres les dijeron a los camareros que era mi cumpleaños nos invitaron a unos bombones helados con una vela incluso. ¡Qué divertido!

Desde el restaurante, y sin tiempo para bajar la comida, fuimos directos al campo Elola, donde Miguel tenía fútbol y yo pádel. ¡Qué sano es practicar un deporte!

Luego por la tarde vinieron a casa mis padrinos, y luego el abuelo Miguel y más tarde mis abuelos Pepa y Felipe, pues todos quisieron darme la felicitación por mi cumpleaños en persona y traerme un regalito ¡Vaya día tan bueno de cumpleaños!

Pd: últimamente vamos con mucho retraso y casi pasa un mes desde mi cumpleaños hasta que escribo la entrada. ¡Jo, cómo pasa el tiempo!

jueves, 23 de abril de 2015

Nueve

Todos los días son días importantes y todos tienen veinticuatro horas, y hay que despertarse y desayunar, almorzar, cenar y acostarse. También todos los días hay que bañarse y lavarse los dientes. Hay días que vas al cole y otros que estás de vacaciones, hay días que haces exámenes y otros que estudias, dias de lluvia y soleados, días con frío y viento y otros con el cielo despejado y calor, pero solo hay un día en el año en el que cumplimos años, y...¡ese día para mí es hoy!

Hoy es mi cumpleaños y aunque me he levantado temprano -un poco nerviosa lo confieso-, he ido al colegio y estoy segura que va a ser un día muy especial. 

Anoche mis padres me regalaron un libro. Todos los años me regalan un libro porque para eso hoy es el día del libro, y también un estuche triple de Cenicienta. Por si fuese poco esta mañana he llevado una caja de bombones al cole para darle uno a cada niño de la clase que lo quiera, porque en mi clase, aunque parezca raro, hay niños a los que no les gusta los bombones.

Mis padres me tienen preparada una sorpresa pero no sé gran cosa. Mañana os enteraréis.

jueves, 2 de abril de 2015

La primera comunión de Sofía

El domingo 22 de marzo de 2015 fue un día muy especial en mi vida y, bueno, también para toda mi familia, pues fue el día en el que celebré mi primera comunión. Llevábamos preparando este día desde hacía meses, pero especialmente fue más intenso en el último mes. Yo no lo sabía, pero una comunión tiene muchísimo que preparar. Muchas cosas distintas y en muchos sitios distintos.

Lo primero y principal ha sido mi formación religiosa, por eso he estado asistiendo a catequesis durante casi tres años, aunque sólo un día a la semana. He leído el catecismo y he rezado muchas noches antes de dormir. Ahora mi hermano Miguel está yendo también, pero él va otro día distinto del mío y en un grupo de niños de su edad.

Encontrar el vestido de comunión era también un detalle muy importante. Mis abuelos Pepa y Felipe quisieron regalármelo y mi madre, mi abuela Pepa y yo, con la poca ayuda de Miguelito, encontramos uno que nos encantó a todas. ¡Es precioso! También había que encontrar una chaqueta y una corbata para Miguel, y un vestido para mamá, porque papá se apañó con un traje y una corbata que tenía ya.

También fue importante encontrar un lugar para realizar la celebración, y durante algunas mañanas de los fines de semana los cuatro juntos fuimos a visitar distintos lugares para celebrar mi comunión. Finalmente nos decidimos por El Chaparral, y, una vez que ya se ha celebrado, quedamos encantados con la elección. También fuimos a un estudio de fotografía donde nos hicimos un reportaje con el que mamá está encantada.

Aparte de todo esto, preparamos además la lista de invitados, con la asignación de cada uno de ellos en su mesa, la tarta de la comunión, así como una estupenda mesa de chucherías, que mi madre preparó y donde echaron una mano mis titas Cristina, Rosi y Mª José y también mi abuela Pepa, también preparamos unas estampas con mi foto para entregarlas a los invitados como recordatorio de un día tan especial. El restaurante también se encargó de buscar una animadora para los peques. Y la peluquera que hay justo al lado de casa abrió un domingo a las ocho de la mañana para peinarme a mamá y a mí. Y, una vez pasado todo, creo que todo salió estupendo, todo excepto lo que no podíamos controlar: el tiempo. Pero no importó y lo pasamos genial igualmente.


domingo, 15 de marzo de 2015

El día de Andalucía

Cada año cuando se acerca el día de Andalucía siempre hacemos algo especial en el cole. Este año no iba a ser distinto.

Como el día de Andalucía caía en sábado y la semana anterior era Semana Blanca, al final la celebración del día de Andalucía se hizo el último viernes de clases en el colegio. Yo me puse una flor en la cabeza, como cuando estoy en feria, y a media mañana, en el comedor, todos los niños tomamos un buen vaso de leche con cacao o un batido y un bollo con aceite. ¡Qué rico estaba!

Mi hermano también tomó un desayuno andaluz. Un batido de fresa y un bollo de aceite. Yo, en realidad, casi todos los días desayuno pan con aceite, en cambio, mi hermano es más de paté, o matequilla con jamón.

Luego, en clase, todos hicimos actividades alrededor del día de Andalucía y Miguelito se hizo una postal y hasta unas gafas. Aquí os ponemos la prueba.



lunes, 9 de marzo de 2015

Un paseo por la mañana

El domingo siguiente también hizo un día fabuloso, muy soleado y también decidimos ir a montar con las bicicletas, pero yo me desperté con muchas ganas de tomar chocolate con churros y se lo dije a mi padre, que siempre está muy dispuesto a traerlos.

Cuando yo se lo dije estaba aún en la cama leyendo y yo, que me había despertado poco antes, me metí en la cama y le dije que tenía hambre y que si me podría traer churros con chocolate. Papá dijo que sí, pero que si me vestía rápido, íbamos juntos los dos y nos lo tomábamos en una churrería que un día vimos en Los Boliches y en la que yo no había estado nunca. Mis padres sí pero Miguel y yo no.

Entonces comencé a vestirme y Miguel se despertó y en cuanto supo que nos íbamos papá y yo a tomar churros se apuntó también. Mamá estaba muy cansada, y con mucho sueño, pero como veía que nos íbamos los tres sin ella, no le quedó más remedio que levantarse y venir. ¡Valiente es mamá para apuntarse a unos churros!

Así que nos montamos en el coche y fuimos a tomar churros con chocolate (aunque Miguelito se pidió pan con paté) y después, como hacía un día estupendo, paseamos por el Paseo Marítimo y echamos un día estupendo. Luego regresamos a casa y echamos un día estupendo con las bicis, y fuimos a comer pescaditos fritos con el abuelo Miguel y Rosa.


jueves, 5 de marzo de 2015

Bicicletas, pizzas y helados

El primer día de marzo era domingo y fue un día soleado y mi hermano y yo estábamos muy ilusionados porque mis padres nos dijeron que si todo iba bien y el día amanecía despejado, iríamos al parque con los vecinos, y que allí podríamos almorzar unas pizzas y también montar nuestras bicicletas nuevas. Porque mi hermano Miguel, que en principio no quería una bicicleta para los Reyes Magos, comenzó a pedir una, una y otra vez, todo el día diciendo que quería una bicicleta nueva. Y mis padres, que siempre están dispuestos a que Miguel queme energía, le compraron una bicicleta. Dijeron que la tenían que haber pedido a los Reyes, pero comprendieron que la bicicleta de Miguel ya no le va, se le ha quedado pequeña y es muy complicado montar en ella. Le choca la rodilla en el manillar.

Así que como el tiempo acompañó, fuimos al parque, y nos llevamos las bicicletas, y montamos y montamos, durante una hora por lo menos, y tomamos pizza en la terraza del bar que hay en el parque, y después, encima, nos tomamos unos helados todos. Bueno, todos menos papá que se tomó un café.

¡Pasamos una tarde fabulosa!

viernes, 27 de febrero de 2015

Sofía, la bombera del día

Estábamos por la mañana en el cole, un día como otro cualquiera, y el camión de los bomberos entró en el cole y de repente sonó una sirena para que los curso de tercero bajaran al patio, donde estaba el camión de los bomberos, junto a las gradas.

Había cuatro bomberos y uno de ellos nos explicó a todos los niños los pasos a seguir en caso de incendio. Desde el primero por importancia hasta el último, y también nos dio algunas recomendaciones a seguir. Uno de los pasos que a mí más me llamó la atención fue lo que había que hacer cuando se produzca un incendio en nuestra casa:

Lo primero que hay que hacer, según recuerdo, era cerrar la puerta de la habitación donde se creó el incendio, y seguidamente cerrar todas las demás puertas de la casa, para que el incendio no coja el camino de un cuarto al otro, incluida la entrada de la casa. Y seguidamente había que salir del domicilio y cerrar la puerta lo más rápidamente posible y observar si existe humo en la escalera. Si no hay humo en la escalera salimos lo antes posible a la calle, y si hay humo hay que analizar si salir por ellas o bien quedarse en la casa y asomarse a un balcón, pero nunca salir por el ascensor, y hay que andar por la casa agachados por el suelo porque el humo, como es un gas, siempre está por la parte alta, pegado al techo. También nos explicaron que si un incendio se daba mientras dormíamos, lo más normal  es que no nos despertáramos porque el humo que respiramos nos adormece y no nos despertamos y que para eso hay un aparato que se llama detector de humos y tiene una sirena que pita en caso de incendios.

Pero, de toda la visita, lo que más ilusión me hizo fue que me eligieron para ser la bombera del día, y para ello me pusieron el casco, los guantes y la chaqueta. ¡El casco pesaba mogollón! Y dos cristales para bajarlos, que se llaman viseras, y uno es de color naranja y el otro transparente.

Un número de teléfono muy importante que hay que aprenderse para llamar en casos de emergencia es el 080 y también el 112, que son los números que el camión de bomberos tiene pintado a gran tamaño en cada uno de sus lados.

domingo, 1 de febrero de 2015

El día de Reyes

Justo después del inicio del año en Ardales, de vuelta a casa, todavía quedaban unos pocos días de Navidad, y aún faltaba lo más importante para nosotros: Los Reyes Magos. Mi hermano y yo comenzamos a estar nerviosos y nos preguntábamos una y otra vez qué sería aquello que nos traerían los Reyes. Normalmente nos traen las cosas que pedimos en la carta de los Reyes, pero como nosotros mismos no sabemos lo que queremos y dudamos tanto y apuntamos tantas cosas, al final, claro, todo no puede venir.

Antes del día de Reyes fuimos un día a almorzar a casa del abuelo Miguel. Y comimos con mis padrinos José y Mari Carmen y también con una hija de Rosa y su familia. Tiene dos hijas y lo paso muy bien jugando con ellas. Todo estaba muy bueno y lo pasé muy bien.

Pero por fin llegó el día de la cabalgata y cogimos casi una bolsa entera de caramelos, que este año eran gominolas. ¡Mucho mejor! A la cabalgata también fuimos con Jaime, Dani y Gabriel, y sus padres, claro, y al terminar fuimos a tomar unos pasteles y seguidamente de vuelta a casa, porque había que acostarse pronto para que tuvieran más tiempo los Reyes Magos para traer los regalos, que durante toda la noche, ayudados por su pajes, van repartiendo los regalos. Mi hermano y yo estábamos seguros de que se portarían bien con nosotros porque habíamos sacado buenas notas y eso, según nuestros padres, pesa mucho a la hora de recibir regalos.


domingo, 18 de enero de 2015

En Ardales para comenzar el año

Las Navidades como todas las Navidades son muy familiares y este año no iba a ser menos. El día de Nochebuena lo pasamos en casa de nuestros abuelos Pepa y Felipe, donde nos juntamos muchísimo titos y primos y lo pasamos muy bien y comimos muchísimo.

Al día siguiente, para el almuerzo de Navidad, fuimos a casa de mis padrinos José Miguel y MariCarmen y lo pasamos estupendo. Allí estuvo también el hermano de mi abuela Pepi y su mujer, que también se llama Pepi y todos juntos pasamos un  almuerzo muy pero que muy bien y también comimos muchísimo.

En los dos sitios nos cayeron regalos de papá Noel, que aunque esperábamos no estábamos del todo seguro de que fuesen a caer. ¡Fue una gran sorpresa!

Este fin de año, a diferencia de los anteriores, nos fuimos de Fuengirola y lo hicimos junto con nuestros amigos Dani, Jaime y Gabriel y sus padres a un Apartahotel, o algo así, a Ardales. Lo pasamos genial allí. Jugamos durante dos días a cantidad de cosas. Comimos uvas y tiramos petardos hasta que mi padre se hartó. 

El último día paseamos por El Chorro y lo pasamos muy bien también allí. Salir de casa siempre es estupendo.


viernes, 16 de enero de 2015

Montando la Navidad 2015

No habíamos terminado de deshacer las maletas de nuestro viaje a Bélgica y ya teníamos las navidades encima, pero justo antes estaban los exámenes finales y había que apretar un poco porque si deseábamos que los Reyes Magos y Papá Noel se portasen bien con nosotros, lo primero que teníamos que hacer es portarnos bien nosotros.

Al final todo fue estupendo. Yo saqué siete sobresalientes y el resto fueron notables, mientras que mi hermano sacó tres sobresalientes, cuatro notables y tres bien, que tampoco está nada mal, sobre todo teniendo en cuenta que dos de los bien se lo pusieron en Educación Física y Religión porque se lo pusieron a toda la clase.

También tuvimos una fiesta de fin de curso en el cole y mi hermano se vistió de pastor y cantó un villancico en el salón de actos. Fue muy gracioso.

Un viernes fuimos a ver un concierto de la coral en la que mi abuelo Miguel es el director. ¡Cuánta ilusión le hizo al abuelo vernos allí! No fue muy divertido pero lo pasé bien.

Y ese mismo fin de semana, montamos la Navidad en casa y preparamos y la adornamos por todas partes. Montamos el árbol, pusimos el Belén que hizo la abuela Pepi, hasta pusimos pequeñas campanas en todas las puertas y una guirnalda en la puerta de entrada. ¡Ayudamos muchísimo! Y lo mejor, llenamos la pequeña cesta que colocamos en el salón con mantecados, mazapanes y roscos. ¡Qué dulce la Navidad!

martes, 13 de enero de 2015

Cosas por Bélgica

En nuestro viaje a Bélgica hicimos muchas cosas divertidas y que no habíamos hecho antes. Lo primero fue montar en avión. Luego visitamos el Museo de Ciencias Naturales de Bruselas, que ofrecía la mayor exposición de dinosaurios de Europa. Fue increíble imaginar lo inmensos que eran los dinosaurios.

Tomamos gofres, muchos gofres y estaban buenísimos. También nos montamos en una noria, la más alta de Europa o del mundo, no lo recuerdo ahora. Mi madre, que se montó, aunque no debería haberlo hecho, estaba asustadísima y casi rezando para que la noria parara, mientras mi hermano y yo lo pasamos genial.

También visitamos el Atomium que es súper divertido. Ya desde fuera cuesta imaginar que fuese un edificio, o un monumento o lo que quiera que sea, pero que tuviera un ascensor y escaleras mecánicas por dentro parecía increíble. El Manneken Pis es chiquitín y gracioso y ahora cada vez que Miguel hace pipí en la calle decimos que está haciendo un Manneken Pis. ¿no es gracioso?

Una de las cosas que más me ha gustado, si no la que más, es ver el espectáculo navideño de luces en la Grand Place. ¡Y lo vimos por lo menos cuatro veces! Brujas es una ciudad de cuento de hada, con canales, castillos, plazas y casas preciosas. ¡Me encantó!

Montamos en avión, en tren, en metro, en taxi, en barca, en autobús y visitamos muchísimos mercadillos navideños, además de la catedral y el Begijnhof  de Brujas, donde dimos de comer a los patos y a los cisnes. ¡Vaya viaje!

El hotel también estuvo muy chulo y dormimos en una litera. Mi hermano abajo y yo arriba. ¡Ventajas que tiene ser mayor!

domingo, 11 de enero de 2015

¡Viajamos a Bélgica!

Hola, qué tal, aquí estamos un año más escribiendo muchas de las cosas que hacemos, aunque últimamente nos hemos vuelto un poco más vagos, pero es que la verdad es que cada vez tenemos menos tiempo y se nos hace más difícil sentarnos a escribir. Antes de nada quiero desearos un feliz año 2015, que seguro que está lleno de aventuras y cosas chulísimas por hacer.

Yo todavía tengo cosas muy interesantes y divertidas que hicimos el año pasado, como por ejemplo, viajar a Bélgica. El día 13 de diciembre de 2014 mi hermano Miguel y yo, Sofía, cogimos un vuelo en avión por primera vez. Nuestros padres que nos llevaron ya habían volado antes.

Salimos desde el aeropuerto de Málaga y llegamos hasta el aeropuerto de Bruselas. El vuelo de ida estuvo muy chulo, y el de vuelta, bueno, seguro que también, pero la verdad es que nos quedamos dormidos y es que después del viaje llegamos cansadísimos.

El viaje fue estupendo. Viajamos a Bruselas y también a Brujas. Estuvimos en un hotel tres noches aunque en Bruselas estuvimos cuatro días. Tuvimos mucha suerte porque aunque Bruselas es una ciudad muy lluviosa no nos llovió ni una sola gota, aunque frío sí que hizo, especialmente el día que fuimos a Brujas.

En Brujas además  nos montamos en un bote turístico a motor que nos llevó por los canales de Brujas y lo pasamos genial. Fue una experiencia muy divertida.