lunes, 28 de octubre de 2013

El siguiente partido

Ya os hemos contado aquí que Miguel y yo hacemos muchas actividades, y que algunas de ellas son deportivas. Miguel juega al fútbol y yo, Sofía, juego al pádel.

Al pádel todavía no hemos podido jugar un partido, pero ya mismo lo haremos y veréis lo bien que lo haré. Pero mi hermano Miguel ya ha jugado partidos. El primero ya lo puse por aquí lo ganaron pero el segundo lo perdieron 5 a 2. ¡Y en su propio campo! La verdad es que los otros niños parecía algo mayores que ellos, pero a papá le gustó que perdiera para que se diera cuenta que no siempre se gana y que además cuesta esfuerzo ganar, pero cuando Miguel terminó el partido y papá le dijo a mi hermano:

Papá: Anda Miguel, esta vez habéis perdido.
Miguel:  -muy sorprendido- ¿Hemos perdido?

Y es que mi hermano juega, corre, celebra, se enfada, hace faltas, se tira al suelo, manda y dispone, pero lo que es llevar el marcador, ni idea.

Aquí os pongo una foto de Miguel preparándose para hacer deporte este invierno.

domingo, 27 de octubre de 2013

Estoy en ello

Mi hermano está últimamente aprendiendo a estar haciendo cosas. Cada vez que mi padre o mi madre le pregunta si está haciendo algo, él, sin pensarlo, contesta: estoy en ello. ¿Miguel, te has tomado el Colacao? Estoy en ello. ¿Has recogido el salón, Miguel? Estoy en ello. ¿Has apagado la luz después de salir de tu cuarto, Miguel? Estoy en ello. Siempre, esté o no esté haciendo lo que sea, contesta que está en ello.

Pero el otro día cuando papá llamó a Miguel para no sé qué, y Miguel no contestaba y papá fue a ver qué es lo que estaba haciendo y vio que estaba encerrado en el cuarto de baño y mi padre le preguntó a Miguel si estaba haciendo caca, Miguel, como es natural, dijo: estoy en ello.

sábado, 26 de octubre de 2013

Nuestro último día de Feria

Todavía fuimos un día más a la feria, el último, y allí nos encontramos con mi tita Ana y mi tito Paco y con ellos también estaba mi prima Natalia. ¡Qué alegría me llevé! Todos juntos fuimos de nuevo nada más llegar a montarnos en algunas atracciones. Mi hermano es el que siempre sale ganando, porque entre que es chiquitillo y hay cosas en las que sólo él se quiere montar y que luego, cuando nos montamos Natalia y yo y él también se quiere montar pero como es muy chico se monta con mi padre o mi tío, por una causa o por otra siempre termina montándose más que nadie, aunque algún día me he montado yo más que él.

Miguel se montó más o menos en lo de siempre pero esta vez también se montó en unos barcos que tienen un motor y él los conduce. ¡Qué gracioso estaba pensando que era un gran capitán de barco! También se montó en el Superdragón y en una noria pequeñita y en el saltamontes para niños, además de en los columpios voladores, en los que yo también me monté con él y en alguna otra atracción más que ahora no recuerdo.

Después de tantos cacharros fuimos a darnos una vuelta por el recinto y nos sentamos en una caseta a tomar unos refrescos y  a descansar y luego dimos otra vuelta y paramos en una caseta para cenar. Comimos pinchitos y patatas fritas y alguna otra cosa y justo después de comer mi hermano Miguel apoyó la cabeza en la mesa y allí se desconectó. ¡Cualquiera lo despertaba! Y llegó el momento de irnos y mi padre lo levantó y se lo llevó en brazos pero antes de abandonar el recinto ferial lo puso en el suelo. ¡No veas cómo lloraba Miguelito! Pero mi padre le compró un algodón de azúcar y a Sofía unos buñuelos y poco a poco fue calmándose y al final volvió a ser el mismo juguetón de siempre.

Nos volvimos a la casa con una guitarra de plástico, un globo de los grandes, los buñuelos y el algodón de azúcar, pero sobre todo con un cansancio de los de aúpa. Así llegamos, nos lavamos rápido y caímos fritos, fritos, fritos como dos huevos fritos.

 

viernes, 18 de octubre de 2013

Nuestro segundo día de feria

Después del primer día de la feria fuimos un segundo día, pero fuimos sólo para cenar y para estar un rato no muy grande, porque por la mañana habíamos estado en el cole y por la tarde fuimos a inglés. Mi hermano y yo sabíamos que si íbamos a la Feria íbamos a montarnos en algún cacharro. Seguro.

Para ese día no nos vestimos de gitana ni de gitano -Miguel dice vaquero, por lo de las botas-, y con nosotros vino el ahijado de mis padres, Nacho. Jo, qué me gusta que venga con nosotros Nacho.

Lo primero que hicimos fue montarnos en algunos cacharros, claro. Nos montamos más o menos en lo mismo de la otra vez, aunque yo me monté en el Saltamontes, o Kanguro Show con Nacho, y la verdad es que me gustó pero también me dio un poco de miedo, y en realidad al bajar no me hubiese vuelto a montar. También me monté en los coches choque y en el Superdragón, que creo que es mi favorito. En el Superdragón nos montamos Nacho y yo y mi Miguel y mi padre. Miguel también se montó en el escalextric a llevar una moto y en alguna atracción más.

Antes de irnos a cenar mi padre se montó con Nacho en el Ratón Vacilón, que es una atracción para más mayores y yo no me pude montar, aunque tampoco quería. Mientras se montaban llegaron mis padrinos y nos fuimos a cenar algo todos juntos. Fuimos a un sitio donde tardaron muchísimo en traer la comida, pero al menos estaba buena. Comimos pinchitos con patatas.

Mis padrinos nos invitaron a cenar porque ese mismo día era el cumpleaños de mi  padrino José Miguel y por eso le cantamos hasta un cumpleaños feliz. Después de cenar incluso nos invitó a un algodón de azúcar. Y encima del algodón también tomamos algunos buñuelos y ya nos fuimos andando a casa derrotados del todo. Porque el día fue muy intenso.

domingo, 13 de octubre de 2013

Nuestra feria

Siempre que llega el mes de octubre llega el mes de la Feria de Fuengirola, y a la vez el cumpleaños me mi hermano Miguel, que cumple todos los años el primer día de la feria. Mis padres le suelen decir que pocas personas tienen una celebración tan grande de su cumpleaños como él. Y es que para el cumpleaños de mi hermano siempre lleva una tarta a su clase, como hacen muchos de sus compañeros también, para tomar todos juntos un trozo de tarta a media mañana, y para que él pueda soplar con sus amigos.

Luego otro día, siempre un par de días o así antes de la fecha de su cumpleaños celebramos el cumpleaños con la familia y también unos cuantos amigos del cole. Algunas veces lo hemos hecho en casa, en un parque y otras se lo han preparado mis padres en un parque de bolas. Este año, al igual que el año pasado, ha tocado en un parque de bolas.

Y luego el día de su cumpleaños siempre vamos a comer con los amigos de mi padres y algunos titos juntos y luego vamos a la feria. ¡Jo, qué suerte tiene Miguel!

Este año hemos ido a la feria en tres días y los tres días hemos pasado casi más tiempo montando en los cacharritos que paseando o bailando en las casetas. Nos hemos encontrado con muchísimos amigos y conocidos que tenemos. En general lo hemos pasado genial. Aquí os lo voy a contar.

El primer día fuimos a comer a un restaurante que está en junto a la plaza de Toros y desde allí, en coche volvimos a la casa a soltar el coche y nos fuimos andando hasta la feria. Casi todo el tiempo que estuvimos nos montamos en cacharros. Mi hermano se montó en el minisaltamontes, y yo también, además él se montó en un escalextric, sobre una monto, y también montó en moto, dando vueltas en un circuito. Él tenía que guiarla y pisar el acelerador. Yo me monté en el minisaltamontes, y también en el Dragón, que es uno de mis favoritos, y también en los coches choques de niños, que también es de mis favoritos.

Aquí os he puesto algunas fotos de nuestro primer día, y de lo guapas que íbamos vestidos.


lunes, 7 de octubre de 2013

Distintos

Mi hermano Miguel es de una manera y yo soy de otra. Él tiene sus cosas y yo las mías. Él es nervioso e inquieto y yo tranquila y paciente. Miguel es bastante ordenado y bueno recogiendo y yo soy algo desordenada y bastante mala recogiendo las cosas. Miguel por ahora no es nada presumido mientras que yo, desde un tiempo a esta parte, paso más tiempo del debido delante del espejo. A Miguel le gusta la música y a mí me gusta pintar. A Miguel le gusta lo salado y a mí lo dulce. A los dos nos gustan los dibujos aunque a Miguel los de lucha, guerra y fútbol y a mí los de hadas, princesas y las series de comedia.

Somos distintos para muchas cosas. Somos hermanos pero somos muy diferentes. Cuando salimos a la calle con nuestros padres siempre se están riendo porque Miguel nada más poner el pie en la calle o incluso antes está preocupado por el clima. Siempre mira el cielo y dice que parece que puede llover, o que es un día con mucho viento, o calor, o lo que sea, tiene una tremenda preocupación por los fenómenos meteorológicos. Es el meteorólogo de la casa. Yo, en cambio, soy la agente de tráfico de la casa. Cada vez que mi padre aparca el coche donde sea, yo reviso que ha aparcado correctamente, si es un aparcamiento de zona azul y tiene que echar alguna moneda en el parkímetro o si directamente no se puede aparcar. Mis padres muchas veces me tienen que explicar por qué en un sitio se puedo o no aparcar y hasta que hora disponemos para dejar el coche aparcado allí. Siento una gran preocupación por el tema del aparcamiento. Mi madre dice que eso es herencia del abuelo Felipe y mi padre dice que si alguna vez la grúa se lleva nuestro coche van a tener que pagarme terapia psíquica para superarlo. Sí, mi padre es así de gracioso.

Seamos como seamos, lo cierto es que lo pasamos muy bien juntos y que cuando yo no estoy, Miguel me echa de menos, y que cuando Miguel no está yo también lo echo de menos.

Aquí os pongo una foto de cuando Miguel era Miguelito y tenía seis meses y yo apenas tres años recién cumplidos, y lo hago hoy que mi hermano ha cumplido ¡¡¡Cinco Años!!!!