lunes, 28 de marzo de 2016

Semana Blanca cultural

La última semana de febrero en nuestra provincia es la Semana Blanca, que es una semana en la que ni mi hermano ni yo tenemos colegio, por lo que es una semana superdivertida. En esos días siempre solemos ponernos al día con los líos de la casa. Ya sabéis, ordenar una estantería, tirar las cosas que vamos acumulando y no necesitamos y cosas así. Lo que mi padres llaman aprovechar el tiempo. 

Pero también llevamos a cabo actividades como estar tumbados en el sofá viendo la tele, o tirados en la cama leyendo algún libro, o haciendo un puzle o cosas así. También se da la circunstancia de que en Semana Blanca nuestra madre también está de vacaciones y nos hace comidas especiales y, en general, podemos descansar más de lo normal. En eso consisten las vacaciones.

Por desgracia mi padre no tiene vacaciones de Semana Blanca, pero como algo excepcional este año se pidió la mañana del viernes, de manera que pudimos ir a desayunar a la calle y después a visitar el Museo Ruso San Petersburgo de Málaga. Mis padres tenían ganas desde hace tiempo de ir a visitarlo. Está chulísimo y a mí me encantó. Creo que le gustó hasta a Miguelito, que es de los cuatro al que menos le gustan los museos.

En la foto salimos mi madre, mi hermano Miguelito y yo. Estamos posando delante de uno de los cuadros más chulos que hay, o al menos el que más me gustó. Se llama Carnaval y es de Borís Kustódiev. Está chulísimo.

Después del museo visitamos uno de los restaurantes que más le gustan a mi padre. El restaurante Iñaki, que no está muy lejos de allí. No es la primera vez que vamos, y tampoco será la última. ¡Qué rico todo! Ya estoy deseando que pongan una nueva exposición en el museo para hacer otra visita al Iñaki.

jueves, 3 de marzo de 2016

Un mundo de fútbol

A mi hermano Miguelito le gusta mucho el fútbol, muchísimo diría yo. Se pasa el día entero alrededor del fútbol. En la estantería que hay sobre la cama tiene siempre las estampas de fútbol, las repes. Las mira, las remira, las lee y las relee, parece que se las estuviera aprendiendo de memoria, y en realidad es así. Se sabe los nombres de casi todos los jugadores, y también la altura. Mira todos los datos que vienen en las estampas. Luego tiene el álbum, que ya ha completado, y cuando digo completado quiero decir eso. No le falta ni una sola estampa.

En su mochila siempre lleva una pelota para jugar en el recreo y para después del comedor. Puede que se le olvide la libreta de matemáticas o el libro de inglés pero la pelota seguro que no. En el ipad y en el ipad mini está siempre jugando al fútbol. No para. Desde que se levanta hasta que se acuesta va con la cabeza agachada jugando al fútbol en la pantalla. Aparte tiene entrenamiento dos tardes a la semana en su equipo de fútbol, y los fines de semana partidos con su equipo. Y para colmo mis padres le han sacado recientemente el carnet de fútbol del Málaga de la segunda vuelta, de modo que ahora cada dos semanas va a la Rosaleda a ver partidos. Mi padre le ha conseguido un asiento junto a ellos y va más contento que unas pascuas. Además está resultando ser talismán.

Nada más que esta temporada ya ha visto en la Rosaleda al Atl. Madrid (1-0), Getafe (3-0), Barcelona (1-2) y al Real Madrid (1-1). No sé si me olvido alguno. Y ya ha visto muchos de los mejores jugadores de la Liga. Encima, por si fuese poco, se van a darse unas comilonas antes de los partidos que vaya.