martes, 30 de marzo de 2010

Tiana y Sofía

Estoy de vacaciones desde el viernes e intentando aprovechar el tiempo pero bien. Veo muchos dibujos, juego con mis muñecas, pinto muchas tarjetas y a veces juego con mi hermano y cosas así.

El domingo, por ejemplo, mis padres me llevaron al cine y vimos la película de dibujos de Tiana y el Sapo. Es una película muy divertida, donde hay una princesa y un príncipe que, en principio, es un sapo. Muy de mi gusto. Miguel no pudo venir porque él como es tan chiquitín todavía no entiende bien todo lo que pasa durante la película, además, no se está quieto ni un segundo y no nos dejaría tranquilos disfrutar de la película.

¡Ya estoy deseando que vayamos en otra ocasión al cine!

sábado, 27 de marzo de 2010

Los colores

Estaba yo hablando con mi madre cuando le dije, sin venir a cuento, que yo no quería tener ningún bebé. Mi madre, sorprendida, me preguntó que por qué, y yo le contesté que yo no me quería casar con ningún hombre, que al hombre que quería era a mi papá. Entonces mi madre, sonriendo, me explicó que yo no me tendría que casar con un hombre, sino con algún niño que cuando yo sea grande será entonces un hombre. Tras pensarlo un poco le dije que podría casarme con Óliver, mi vecino y compañero de clase. Mamá, otra vez sorprendida me preguntó que por qué. Yo le dije porque Óliver tiene muchas pinturas.

viernes, 26 de marzo de 2010

El bicho

Supongo que en ocasiones os preguntaréis qué es lo que suele hacer el revoltoso y atrevido de mi hermano Miguel, cuando nadie le ve. Pues es bien fácil. Miguel va paseando por la casa esperando encontrarse con cualquier cosa que, de alguna manera, le llame la atención. Bien alguna cosa prohibida olvidada en un despiste sobre una silla, o bien algún lápiz que me haya dejado yo sin querer a su alcance, o bien cualquier otra barbaridad que nadie es capaz de imaginar excepto él. El bicho. Aunque para ello haya que mover las cosas de sitio.


En la granja

Ayer jueves fui de excursión con mis compañeros de cole. Fue muy divertido. Nos montamos en autobús -ya es mi segunda vez- y nos fuimos a una granja. Todos juntos, en varios autobuses. ¡Me encanta el autobús! En la granja vimos algunos animales como son dos patos y un burro. Ninguno más. Pero lo más importante fue que hicimos un taller de barro. Yo hice, con mis propias manos, una mariquita. Me encantan porque son muy divertidas, pues parecen que están de feria toda la vida con esos lunares.

Regresamos de vuelta, otra vez en autobús, y me recogió mi abuela Pepi y mi abuelo Miguel, que también recogieron a Miguel, que estaba pasándoselo bien con Miki. Almorcé en casa de los abuelos junto con papá, mientras mami estaba en un almuerzo del trabajo.

Allí me lo paso en grande. El abuelo siempre tiene un regalo para mí. La abuela me llevó a mis clases de inglés y cuando volvimos a casa llegó mi prima Natalia, con la que me lo paso siempre en grande. Fue un día estupendo, excepto cuando comencé a rascarme y rascarme. Oh oh...

Cuatro liendres y ningún piojo. Otra vez a lavar toda la ropa, las sábanas, las mantas... y a ponerme un champú antipiojos. ¡Qué fastidio!

domingo, 21 de marzo de 2010

El día del padre y el santo de mamá

Ya parece que definitivamente estoy mejorando de mis mocos y mi tos. En realidad la tos todavía la llevo colgada de mi cuello pero cada vez menos. Mis padres el viernes, día muy importante para nosotros en casa, me llevaron al médico y, en vista de los pocos y lentos progresos con los medicamentos anteriores me cambió la medicación. Teníais que haber visto a Miguel en el momento que entró en la clínica. Iba andando muy feliz cogido de la mano de papá, pero en cuanto se percató de la encerrona en el médico, paró en seco y echó el culo para atrás. Tirando de él conseguimos que entrase pero cuando vio a Jesús -nuestro pediatra- los pucheros se transformaron inmediatamente en lagrimones bajándole por la mejilla. No se podía creer que nos fuésemos de la consulta y el pediatra no le pusiera las manos encima. Aun cuando salíamos de allí todavía volvía la cabeza mirando tras de sí con desconfianza.

El viernes, digo, fue un día muy importante porque es el día del padre y además es el santo de casi todo el mundo. Para que os hagáis una idea es el santo de mi madre, de mis dos abuelas, de mi padrino, y de algunos de mis tíos. También es el cumpleaños de una amiga de mis padres, que además, en el mismo día celebra su santo.

Yo le regalé a mi padre una tarjeta de felicitación hecha por mí. Con mis propias manos. Nunca mejor dicho. Además le di un libro y una camisa. Mamá también recibió regalos por mí y por Miguel: una selección de bombones -éste fue un regalo un poco para todos-, un libro, un perfume y algo de ropa.

martes, 16 de marzo de 2010

Ayer

Ayer cuando mi madre vino a recogerme en el comedor del cole, yo estaba llorando. Mamá me preguntó que es lo que me pasaba y por qué lloraba. Yo sólo fui capaz de decir que la echaba de menos.

lunes, 15 de marzo de 2010

Jacas y bicicletas

Este fin de semana ha sido un poco ajetreado, y eso que empezamos regular. El viernes fuimos mi madre, Miguel y yo a recoger a papá al trabajo y mamá le dijo que si nos invitaba a almorzar en un restaurante, aunque yo no tenía muchas ganas. Una vez en el restaurante Miguel se portó fatal y papá y mamá, en algún momento, estaban de acuerdo en que era mejor no haber ido. Aunque al menos me tomé una natilla con galleta riquísima. El resto del día lo pasé tirada en el sofá viendo los dibujos.

El sábado, en cambio, fue mucho más movidito. Papá nos llevó a Mijas para desayunar, pero antes recogimos a los abuelos Pepi y Miguel. Visitamos a mi padrino José, que estaba trabajando. Fuimos al parque y dimos un pequeño paseo por el pueblo, pero hacía frío y no estuvimos mucho.

Por la tarde fuimos a la celebración de cumpleaños de nuestro primito Daniel. Lo celebró en el campo, donde también había muchos niños, entre otros Nacho y Blanca, con los que jugué mucho. También hay columpios y caballos, pero de verdad. Jacas, como los llama Miguel. Se nos hizo de noche allí. Volvimos reventados y listos para cenar y dormir.

El domingo también fue muy divertido pues fuimos a almorzar al parque que hay junto a nuestra casa y papá me trajo mi bicicleta, una vez que la ha reparado. ¡Qué difícil es montar! ¡Qué esfuerzo tan grande hay que hacer para que ande! Me cansé muy pronto y mis padres dicen que soy una vaga, y no es verdad, es solamente que estaba cansada. Otro día será.

viernes, 12 de marzo de 2010

MB

MB. Eso es exactamente lo que ponía en mi mano, escrito a bolígrafo, cuando mi madre me recogió ayer jueves al salir del cole. Por lo visto son las iniciales de Muy Bien, que es como dice mi señorita que comí en el comedor.

¡Jo, qué contentos se pusieron mis padres! Nada más llegar me dejaron irme a sentarme en el sofá para ver mi canal de televisión favorito: Playhouse Disney. Me encanta quedarme en casa, con mis colores y mis cuadernos para pintar, dibujando cualquier cosa que se me ocurra. Estoy tan distraída y entretenida dibujando mientras veo los dibujos que, a veces, se me pasa la hora de merendar, o incluso, de ir al servicio para hacer pipí. En muchas ocasiones aprovecho los intermedios entre unos dibujos y otros para salir corriendo al baño, hacer pipí, y volver antes de que haya empezado el siguiente capítulo. Hay que darse mucha prisa porque los anuncios también me gustan mucho.

Cuando mi hermano está por ahí, libre, hay que tener cuidado con él, en cuanto me despisto me ha quitado los dibujos y los tiene rotos en sus manos. Hay que tener mucho, pero que mucho cuidado con él.

jueves, 11 de marzo de 2010

A la espera

La tos ha ido creciendo y haciéndose fuerte en mí y ahora me cuesta trabajo dormirme. Me despierto en mitad de la noche con tos. Miguel también está regular. Tiene fiebre. No muy alta, eso es cierto, pero lo suficiente para no encontrarse del todo bien.

Mi madre nos llevó al pediatra y allí me porté muy bien. Miguel, para no variar, se portó muy muy mal. No para de llorar desde que ve al pediatra. Y eso que él se porta muy bien con nosotros, pero es verlo con la bata y empieza a llorar y a retorcerse como una culebrilla. Se necesitan cuarenta manos para conseguir pararlo. ¡Valiente bicho! Al final, tras mucho luchar, se consigue y Jesús -nuestro pediatra- nos aconsejó que siguiésemos con el mismo tratamiento que veníamos tomando.

Ahora sólo cabe esperar que mejoremos de una vez para poder disfrutar de este fin de semana en el que por fin parece que va a brillar el sol. ¡Qué ganas!

Os pongo una foto en la que se ve a mi hermano Miguel aprendiendo de papá. ¡Qué graciosos!

lunes, 8 de marzo de 2010

Hartos de lluvia

Este fin de semana ha vuelto a agarrarme la tos. Desde el viernes por la noche tengo una tos arrastrada y pegajosa todo el día. Aun así he ido al cole porque no tengo nada de fiebre, tan sólo esa tos repetitiva y pesada.

Miguel, sin embargo, está estupendo. De vez en cuando le duele el culito, que lo tiene bastante irritado, que es una clara señal de que le están saliendo más dientes! ¡Ya mismo puede comer comidita sin pasar por la batidora!

Miguel y yo jugamos mucho, pero también nos peleamos y cuando nos peleamos siempre sale llorando él, aunque siempre soy yo la que termina con los juguetes rotos. ¡Qué bicho! En lo que estamos de acuerdo los dos y Miguel aún no lo ha dicho pero yo lo sé, es que estamos hartos de lluvia. ¡Es muy fastidiosa!

domingo, 7 de marzo de 2010

No entiendo nada

Diariamente mis padres me corrigen muchas cosas cuando hablo. Y es que sigo aprendiendo palabras y también a decir las cosas, aunque todavía me equivoco más de la cuenta.

Por ejemplo, cuando algunas veces me apetece contarles a mis padres algún cuento y siempre comienzo diciendo: "habíase" una vez una princesa... rápidamente me interrumpen y me corrigen diciendo: érase una vez una princesa... y así una y otra vez, y de mucho repetírmelo estoy aprendiendo, pero ocurre que hay veces que cuando hablo digo, por ejemplo,"jugao" y ellos me corrigen diciéndome que se dice jugado y no "jugao". Lo mismo me pasa con "lavao, tirao, terminao" y así con un montón de palabras. Y cuando por fin parece que he aprendido bien las cosas y digo: me he tomado ya el Colacado, entonces se ríen y ya no entiendo nada.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Dos trozos de tarta

Ayer fue el cumpleaños de mi primito más pequeñín. Se llama Daniel y cumplió su primer año. Ayer también supimos que mi próximo primito será primita. Será niña y posiblemente se llamará Celia. Bonito nombre. Estoy impaciente por verle la carita y darle un regalito que tengo pensado dibujar. Mis titos Mª José y Francisco están muy ilusionados, también deseando tenerla en su casa.

En el cumpleaños jugué mucho con tito David, aunque también jugué un poco con todos los que estaban allí. ¡Me lo pasé muy bien!

En el cumpleaños de Daniel tomé tarta y fue la segunda vez ese día que comí tarta. Por la mañana en el cole mi amiguito y compañero de cole Omar cumplió 4 años y trajo una tarta a la clase para que la tomásemos en clase, por eso traje de vuelta el sándwich de Nocilla en la mochila.

Miguel no se portó del todo mal en el cumpleaños, estuvo muy entretenido con todos los juguetes de Daniel. Una mecedora con forma de caballo, o mejor, de jaca como él dice. Una moto. Un taca-taca y un montón de cosas más. Lo pasamos fenomenal y estamos deseando que cumpla pronto otro año.

En la foto se puede ver a mi primito Daniel a punto de soplar la vela. También aparecemos Antonio, tita Rosi, Sofía y Miguel en brazos de Rocío.

lunes, 1 de marzo de 2010

Pasteles, chanquetes, helados, pizza...

Esta semana está resultando especial. Sobre todo el fin de semana. El viernes por la tarde estuvimos toda la familia de paseo por el centro comercial. Me tomé un pastel buenísimo y justo después, como nos habíamos portado bien, nos montamos en los cacharritos. Fue muy divertido. Miguel sólo quiere montarse en los coches y en los caballos, aunque él los llama jaca. Se lo pasa en grande.

El sábado fuimos a almorzar a casa de unos amigos de mis padres que hicieron una comida muy especial. Estoy muy contenta porque, al final del día, mis padres me dijeron que me había portado muy bien. Y es cierto. Me porté como una señorita. Me comí todo lo que me pusieron, merendé un pastel riquísimo sin protestar y jugué compartiendo los juguetes con mis amiguitos. Sin lloriquear ni una sola vez. Me resultó muy fácil jugar con Daniel y Jaime, que son los niños de los amigos de mis padres. Tienen un montón de juguetes que yo no había visto nunca. Me lo pasé muy bien y cuando nos volvíamos les dije a mis padres que podríamos volver otro día a jugar.

El domingo también fue muy muy bueno. Al mediodía fuimos al paseo marítimo a comer a un restaurante de pescaditos fritos. ¡Cómo me gustan! Vinieron con nosotros los abuelos Pepi y Miguel y mi primita Natalia. ¡Cómo me puse de chanquetes! Me los comí a dos carrillos. ¡Hasta Miguelito se tomó unos cuantos! Después, de postre, Natalia y yo nos tomamos un helado de cucurucho cada una y a la que se lo tomara primero, sin mancharse, papá la montaría en un carrusel muy bonito que hay cerca del restaurante. ¡Gané yo! Para que veáis lo rápido que me tomo los helados, pero finalmente nos montamos las dos y también Miguel. La primera vuelta con papá y la segunda con el abuelito.

Volvimos a casa de los abuelos y nos quedamos un buen rato allí mientras mis padres habían ido a ver a un amigo suyo. Cuando mis padres nos recogieron volvimos a casa y nada más llegar vinieron a visitarnos Blanca y Nacho junto a sus padres. Pedimos pizza. ¡Qué rica! Estuvimos jugando todos juntos hasta casi las doce de la noche que fue a la hora que nos acostamos y dormimos casi inmediatamente. Dulces sueños para todos.