domingo, 24 de febrero de 2013

Miguel el pianista

Iba Miguel andando por la casa con un peine en una mano y con un bote en la otra, dando golpes con el peine al bote. Haciendo música. Miguel se acercó a papá y le dijo que él hacia muy bien música. Entonces papá le preguntó si él iba a ser músico cuando fuese mayor, y Miguel contestó que sí.  Papá le preguntó que qué instrumento pensaba tocar y él sin pensarlo mucho dijo que el piano. Papá, sorprendido por la respuesta, le preguntó que por qué el piano y no por ejemplo la guitarra. Y Miguel dijo que porque era más fácil. ¿Más fácil por qué, Miguel? preguntó papá. Porque el piano se toca con los deditos así, decía mientras movía los dedos rápidamente. Entonces papá le dijo que para tocar la guitarra también se utilizan los dedos. Y Miguel dijo que no, que la guitarra había que colgársela por la cabeza y para tocar el piano sólo hacía falta sentarse. Una lógica aplastante, vamos.

Os ponemos una foto de cuando Miguel comenzó a dirigir su vocación hacia el piano.

A primera vista

El martes pasado mi madre, mi hermano Miguel y yo fuimos a casa de los padrinos de Miguel a conocer a Lucas, nuestro nuevo primo. Papá no pudo venir pero bien que le hubiese gustado.

Lucas es precioso y chiquitín y aunque mamá nos insista diciendo que no es tan chiquitín, para mí y para Miguel sigue siendo muy chiquitín. Lucas por ahora es muy bueno y se porta muy bien. No es que sea muy tragón, pero todo se andará. Es un niño muy tranquilote y casi siempre está con los ojos abiertos mirando de un sitio para otro. No parece que sea nervioso, pero eso según dicen mis padres es algo que tampoco parecía Miguelito de pequeño.

Mi hermano dice que cuando venga a la casa le va a dejar sus coches para jugar, pero a mí me parece que Lucas es demasiado pequeño aún para jugar a esas cosas. ¡Estoy deseando enseñarle las cosas que sé! La primera vez que lo vi, a primera vista, parecía uno de los muñecos que tengo en casa, y ahora, mientras estoy en casa, estoy todo el rato cuidando de mis muñecos. A ver si algún día me dejan cuidar del muñeco de Lucas.

lunes, 18 de febrero de 2013

Lucas

El domingo comenzó como un día superespecial porque fuimos a desayunar a la calle. Miguel, mis padres y yo recogimos con el coche al abuelo Miguel y los cinco fuimos a desayunar juntos. Fuimos a desayunar a un sitio donde te regalan los churros, o algo así. Te pides un Colacao y te regalan 3 churros; te pides un café y te regalan 3 churros también, pidas la bebida que pidas te regalan 3 churros. De manera que con pedir cada uno su bebida todos tenemos nuestros churros para desayunar incluidos.

Después de desayunar dando un paseo a pie fuimos al zoológico de Fuengirola, en el que yo ya he estado un buen número de veces, pero que aun así siempre me lo paso superbien. Estuvimos en el zoo hasta que terminamos de verlo y hasta que estábamos tan casados y hambrientos que decidimos ir a almorzar al Burger King que está junto al zoo. Ésta vez sí pude ver la cría de hipopótamo pigmeo. ¡Qué bonita es! También pude ver al tigre blanco. Papá dice que es un tigre albino, y que por eso le faltan colores y que por eso también tiene los ojos celestes. ¡Es precioso!

Después de almorzar en el zoo fuimos a tomar café, pero yo no tomé café, claro, pero sí un pastel de chocolate blanco. Riquísimo. Cuando estábamos en la cafetería mis padres decidieron que nosotros nos quedáramos con el abuelo Miguel y así ellos pudieron ir al hospital donde estaba a punto de nacer Lucas, nuestro nuevo primito. Nuestra tita Cristina, la hermana de mi mamá, estaba dando a luz en el mismo hospital en el cual nació Miguel, en la Clínica Gálvez.

Por suerte todo fue bien y tanto tita Cristina como Lucas están perfectamente, que en realidad es lo más importante. Lucas nació con 3,400 Kg, midió 51 centímetros, así que ya nunca será un medio metro y es guapísimo y por ahora también buenísimo. Dicen mis padres que al igual que cuando Miguelito nació se está portando muy bien al principio y llorando muy poco, que es algo que también le ocurrió a Miguel.

Lucas es nuestro cuarto primo y estoy loca por verlo y Miguel también pregunta mucho por él y dice que tiene ganas de verlo. Desde este nuestro blog queremos darle la enhorabuena a tita Cristina, a tito David y a Lucas y también desearles que sean muy felices juntos. Os pongo una foto para que veáis lo guapo que es.

martes, 12 de febrero de 2013

Una boca profunda de tos

Con cuatro años y poco más de cuatro meses, mi hermano, por fin, se está soltando a hablar. Bueno, en realidad, hablar hace mucho que habla, pero quiero decir a explicarse con soltura, a utilizar palabras nuevas. Todos en casa estamos dándonos cuenta de que Miguel intenta decir cosas cada día más complicadas y la verdad es que cada día lo hace mejor. Todos los días suelta alguna palabra que no le habíamos escuchado antes, y nos hace gracia porque a veces la usa bien pero no la pronuncia bien y otras la pronuncia bien pero no la usa bien. Te ries mucho con él. Mis padres le dijeron a Miguel que tenía una tos profunda y él repitió que tenía una boca profunda de tos. ¡Vaya lío se hace!


Por otro lado yo sigo a lo mío, ayer me dieron la nota de otro examen de inglés, en este caso he sacado otro 10, pero es cierto que muy difíciles no son. Además como estoy estudiando en una academia de inglés pues todavía me parece más fácil.

Lo peor es que los dos estamos algo tocaditos de salud. Yo tengo unos mocos que me tienen la nariz destrozada y Miguel tiene una tos perruna que le hace despertarse durante la noche y llevamos varios días en casa durmiendo mal.

domingo, 10 de febrero de 2013

El desastroso, el mentiroso y el provocador

¡Vaya enfado que tienen mis padres ahora mismo! Ocurrió hace un rato, hace menos de una hora. Mi madre estaba en el ordenador terminando algo de un trabajo que tenía que hacer, mi padre estaba acostado en la cama leyendo y mi hermano y yo estábamos, supuestamente, sentados en el sofá viendo la televisión.

Entonces se escuchó un ruido bien grande. Mi madre dio un salto y llegó en un santiamén. Yo estaba sentada en el sofá y mi hermano en el suelo rodeado de cortinas. ¿QUÉ HA PASADO? Ésas fueron las primeras palabras de mi madre al encontrarse la escena. Miguel rápidamente dijo que se había subido un poquito a la estantería para coger un lápiz y que se había caído y se había agarrado y, sin querer, tirado las cortinas.

Pero yo, que lo estaba viendo, dije que no, que se había subido en el sofá para coger las gafas de 3D, que tiene prohibidas coger, y que desde el sofá, cayéndose, se había agarrado a las cortinas y entonces se abrió el telón. La cara de Miguel cuando yo dije esto había que verla. Tenía una cara como de: ¡uy, me han pillado! ¿Se pensaba que estaba solo o qué?

Imaginad a mi padre cuando llegó justo en el momento en el que yo dije que había mentido y Miguel tuvo que admitir. No sé qué le sentó peor, que tirara las cortinas, que fuese a coger las gafas de 3D que tiene prohibido coger, o que mintiese como un profesional. ¡Mamá ya le había creído! ¡Y SÓLO TIENE CUATRO AÑOS!


viernes, 1 de febrero de 2013

Cuchillos

Tenía la tarde libre y decidí sentarme en la mesa a dibujar. Cogí mi estuche de colores, unos folios de los que mis padres tienen reservados con una cara en blanca para que podamos pintar en ellos y me puse a dibujar. Mi hermano al que siempre le apetece hacer lo mismo que a mí, se le ocurrió ponerse a pintar también.

A mí me suele gusta pintar arcoiris, corazones, gatitos y perritos, palomas de la paz, casas en el campo y cosas de ese tipo. Miguel, sin embargo, no se lo pensó, antes incluso de que yo hubiese comenzado mi dibujo él ya había casi terminado el suyo. Mis padres se miraron justo después de ver los dibujos de Miguel y le preguntaron que qué era aquello, Miguel dijo: ¡cuchillos!

Luego mis padres le escribieron la palabra para que él la copiara con su letra junto a su dibujo y él orgulloso la copió. ¡Vaya tela!