domingo, 30 de diciembre de 2012

Motores de vida

Mi padre dice que Miguel y yo somos motores de vida, que si bien no sé muy bien lo que significa al menos entiendo que es algo bueno, porque mi padre dice que no es algo importante, sino que es algo muy pero que muy importante, que es mucho más que simplemente importante. También dice que mi hermano y yo somos motores de vida de él, pero también de mamá y que ahora que la abuela Pepi se ha ido al cielo lo somos también del abuelo Miguel, si es que no lo éramos antes.

Dice que tenemos que ir repartiendo muchos besos y abrazos y sonrisas todo el rato porque nosotros somos los que tenemos que ir alegrando la vida de los demás y que deberíamos tener prohibido llorar siempre, excepto en aquellas ocasiones en las que no hubiese más remedio que llorar, como cuando uno se cae y se hace verdaderamente daño, y nunca por tonterías sin importancia.

jueves, 27 de diciembre de 2012

La abuela Pepi

Nuestra abuela Pepi se ha ido para siempre. Está en el cielo y desde allí nos está viendo y ayudando. Cuidando. Yo, Sofía, siempre me acordaré de ella y ya haremos todos los demás porque Miguelito nunca la olvide, porque Miguelito tiene cuatro años y todavía no comprende bien las cosas. Mejor para él.

Desde aquí le mandamos todos juntos un beso tan grande como un cielo, tan grande como la vida. Gracias abuelita Pepi por todo tu cariño. Nunca te olvidaremos y siempre te querremos.

Sofía, Abuela Pepi y Natalia

Abuela Pepi y Miguel

domingo, 23 de diciembre de 2012

El rompepantalones

Acabábamos de salir del Teatro Echegaray de ver una obra de teatro infantil superdivertida que se llamaba Piccolo Camerino, que era un mago a la vez que un payaso, y hacía un montón de cosas sorprendentes e inesperadas. No os podéis ni imaginar la de cosas que tenía metidas en una maleta, además hacía aparecer y desaparecer una gran cantidad de cosas. ¡Fue superchulo!

Justo después, al salir, coincidimos con Daniel y Jaime, a los que ya habíamos visto al entrar poco antes de comenzar el teatro, y juntos paseamos hasta el final de la calle y poco más, pero ese tiempo fue suficiente para que mi hermano Miguel y Jaime corrieran la calle siete u ocho veces hasta que en una de ellas, en la puerta de la Catedral, Miguelito cayó de rodillas y al levantarse todos vimos que tenía un gran siete en el pantalón de pana nuevo. ¡Mamá enfureció que no veas! Y papá se sorprendió porque dice que la pana es casi indestructible, y es que ya no hacen la pana como antes.

Los dos días siguientes, al recogerlo del colegio, trajo de nuevo los pantalones rotos por la rodilla. Tres pantalones con las rodillas rotas en tres días. ¡Debe ser un nuevo record mundial! Mamá dijo que iba a tener que ir de urgencias a comprarle unos pantalones. ¡Vaya con Miguelito!

miércoles, 12 de diciembre de 2012

El origen de los guardianes

El jueves, que fue día de fiesta, mi padrino José Miguel y mi madrina Mari Carmen habían preparado, como en otras ocasiones ya habían hecho, un día superespecial para Natalia y para mí, pero en esta ocasión también estaba incluido Miguelito. ¡Los tres juntos!

Primero vino en coche mi padrino José a recogernos a nuestra casa. En el coche ya estaba nuestra prima Natalia, pues ya la habían recogido a ella antes, y después con los tres detrás nos fuimos para el Centro Comercial Plaza Mayor. ¡Qué ilusionado iba Miguel saliendo de casa!

Allí nos esperaba Mari Carmen y una vez todos juntos mientras hacíamos tiempo para entrar en el cine nos montamos en un carrusel precioso que hay allí en el Plaza Mayor.

Entramos al cine los cinco, y mi padrino se encargó de Miguel mientras que Natalia y yo estuvimos con mi madrina Mari Carmen, aunque en realidad estuvimos los cinco todo el rato juntos. Nos compraron unas gafas y vimos una película en 3D -la primera de Miguel-, El origen de los guardianes. Ver una película en tres dimensiones, con unas palomitas, es una de las cosas que más me gusta a mí, y me parece que también a Natalia y desde el jueves a Miguel.

Después de ver la película que nos gustó mucho a todos fuimos a almorzar al Burger King. ¡Qué nos gustan las hamburguesas! Nos pusimos como kikos. Al final fuimos a merendar a su casa, donde nos encanta estar, y disfrutamos un buen rato los cinco juntos. ¡Un día perfecto!

Os ponemos una foto de los tres dentro de la sala, con las gafas colocadas, esperando que comience la película.

domingo, 9 de diciembre de 2012

El primer libro que me he leído

Os contaba en la entrada anterior que había terminado de leer un libro. Y es que el libro lo comencé mirándolo por encima, pero poco a poco se fue poniendo más interesante, hasta el extremo de que el último día estaba tan interesada que no podía dejar de leerlo.

Ha sido un libro muy divertido y emocionante y mis padres me han dicho que si soy buena, para los Reyes Magos o incluso para Papa Noel es probable que me traigan otro. ¡Qué ilusión! ¡Uy, casi olvido de contaros cuál es el libro que he leído! El libro se llama Escenas de amor en Ratford y está escrito por Tea Stilton.

Ya he comenzado otro, aunque no es de Tea Stilton y ya lo llevo por la mitad, seguro que lo termino rápido, rápido.

Voy a poner una nueva Etiqueta para que podamos ver los libros que leo de una sola mirada.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Capanilla: El secreto de las hadas

Ayer domingo hicimos un montón de cosas divertidas. Para empezar, por la mañana, fuimos al cine. Fuimos mi hermano Miguel, mi madre, nuestra abuela Pepa y yo. Vimos una película superdivertida que yo tenía muchas ganas de ver, y que una vez vista, recomiendo a todo el mundo. La película se llama Campanilla: El secreto de las hadas. Es tan divertida que creo que no debe haber nadie a quien no le guste.

Otra de las cosas que nos gusta a nosotros del cine son las palomitas. ¡Nos encantan! Comer palomitas es una de las cosas que mejor se puede hacer en el cine, bueno, comer palomitas y ver una película.

Después de ver la película fuimos a casa de los abuelos Pepa y Felipe y seguidamente fuimos a un restaurante donde almorzar. Estando allí llegó papá que había ido a visitar a la abuela Pepi y no había podido venir al cine. No importa porque papá estuvo deseándole a la abuela que se ponga buena de nuestra parte.

En el restaurante estuvieron también Blanca, Nacho, Celia y Marianito. ¡Qué bien lo pasamos todos juntos! Después del almuerzo regresamos a la casa porque mis padres tenían muchas cosas que hacer y me tumbé a leer un buen rato mientras Miguel jugaba en el ipad. ¿Sabéis qué? Terminé de leerme mi primer libro, pero bueno eso os lo contaré en mi próxima entrada.