viernes, 26 de agosto de 2022

Encantada de conoceros.

 

Mi padre empezó a escribir sobre mí en este blog el 17 de septiembre de 2007, cuando yo no tenía ni un año y medio. Nunca le pregunté por qué lo hizo. Quizás fue para nunca olvidar esas pequeñas anécdotas de mi vida, o para que no las olvidara yo. A lo mejor, fue para que pudiera vivirlas más gente además de nosotros; para que el mundo quisiera tanto a su pequeña cebollina como él lo hace, aunque eso sea imposible. 

La última entrada que publicó fue el 16 de septiembre de 2017, diez años después de la primera y os juro que las fechas no están amañadas. Podéis deslizar para comprobarlo. Durante esa década, mi padre hizo un gran trabajo intentando sonar lo más yo posible. En muchas ocasiones, incluso me pidió consejo sobre sus textos, que, al fin y al cabo, eran los míos. Realmente agradezco todo el tiempo que invirtió en esto.

Y estaréis pensando: “Muy bien, Sofía. Emotiva historia, pero ¿cuál es el punto? ¿Por qué estás escribiendo aquí, ahora?”

La verdad es que he venido para confesar que desconozco la razón por la que mi padre inició el blog, pero sí soy consciente de la razón de la pausa. Él paró de escribir para que empezase a hacerlo yo, y jamás lo hice. Él construyó la base y yo fui incapaz de acabar el edificio. Lo siento mucho por eso.

Ya he crecido, no soy una niña, por mucho que cueste asumirlo. Es más, en menos de dos años ya se me considerará adulta ante la ley, tendré que votar e iré a la universidad. Se me están acabando las tonterías, supongo. El mundo está ahí esperando a ver cómo me desenvuelvo, si seré capaz de demostrar que valgo para vivir. Y, ¿qué puedo deciros? Creo que lo soy. Evidentemente, aún me quedan muchísimas cosas por aprender, muchas caídas de las que levantarme y muchas, muchas, muchas más tonterías que compartir.

Puede que ya no vayáis a leer sobre el Ratoncito Pérez o sobre cómo me caí en el parque el sábado pasado, pero puedo escribir sobre otras cosas, que pueden ser igual de interesantes.

Encantada de conoceros. Me encantaría presentarme, para que conozcáis cómo es ahora la niña a la que habéis visto crecer. Obviamente, también hay mucho que contar sobre Miguel, que ha crecido también un montón. La persona que era hace cinco años, cuando tuvisteis noticias de mí por última vez, estaría muy orgullosa de todo lo que soy hoy. He superado cosas por las que jamás me imaginé que llegaría a pasar y he vivido situaciones, que veía súper lejanas e inaccesibles.

Hace dos semanas estuve en Londres, ya os contaré con detalle. Solo quería contaros algo de lo que me enteré en la visita guiada que hicimos por la ciudad, para convenceros de que me deis esta segunda oportunidad como bloguera, de la que os aseguro que no os arrepentiréis.

El guía, Marco, nos contó que una de las torres de Trafalgar Square no fue terminada en su momento. Se quedó a medio construir, como este blog. Hoy en día, la escuela de arte contemporáneo se encarga de decorarla con arte moderno. Cuando estuvimos allí, encima de la torre lucía un helado a medio derretir con una mosca y un dron posados sobre él.

¿Me dejáis ser vuestro arte contemporáneo, porfa? Ni Picasso tenía tantas ganas de expresarse.





sábado, 16 de septiembre de 2017

Conociendo España (parte 2)

Santillana del Mar es una localidad preciosa, con muchísimo encanto. A mí me gustó muchísimo. Bueno, yo creo que a todo el que la visita. Allí nos quedamos tres noches, pero cada día teníamos previsto salidas a los alrededores. Nuestro primer destino desde allí era el más cercano, las Cuevas de Altamira, que es otra de las visitas súper recomendables. Hay unas guías que te explican la cueva estupendamente bien y además es un lugar que encierra tanta historia, o mejor dicho, tanta prehistoria que te atrapa desde el mismo principio.

Seguidamente desde la Cueva de Altamira fuimos directamente al parque del Cabárceno, que es como un zoológico pero al mismo tiempo como un safari.  Es enorme y se aconseja visitarlo con coche, porque si no es imposible visitarlo completo. Vimos muchísimos animales en semilibertad y está chulo, chulo de verdad. Vimos jirafas, elefantes, incluidos un elefantito chiquitín casi recién nacido, tigres, panteras, gorilas, leones, linces y con muchos de los animales que había te quedabas embobado mirándolos. Pero he de reconocer que pasar por encima de los osos con el teleférico daba un poco de miedo. Para terminar el día regresamos a Santillana, donde nos cenamos un cachopo de esos que es más fácil darle la vuelta que saltarlos. ¡Qué rico que estaba!

Al día siguiente fuimos a conocer Santander. Lo primero fue visitar el palacio de la Magdalena, que es precioso, y luego visitamos toda la península, la rodeamos completamente a pie, y pasamos un buen rato jugando en un gran parque que había allí mismo mientras mis padres se tomaban un café. Paseamos toda la mañana por el centro, y Miguel nos dio un buen susto cayéndose en la Plaza de Pombo desde un buen trecho hacia abajo. ¡Vaya grito dio mi madre! Todo quedó en un rasguño, algún morado y un chichón. Vistamos la plaza del Ayuntamiento, la plaza del Mercado y fuimos a comer por varios bares que nos entraron por el ojo en callejuelas cerca de la Plaza de Pombo. ¡Probamos las zamburiñas! ¡Riquísimas! Y también nos tomamos un helado en la heladería Regma. Después regresamos a Santillana donde teníamos previsto visitar el interior del claustro de la Colegiata de Santa Juliana. Un lugar precioso pero precioso de verdad.

Al día siguiente abandonamos Santillana del Mar sin madrugar mucho, la verdad, para visitar la Colegiata Románica de Cervatos, que está a unos 45 minutos de distancia en dirección al sur. Es muy bonita y curiosa al mismo tiempo. Había una guía que no explicó bastantes cosas de la visita.. Desde allí continuamos nuestra regreso hacia el sur parando en Frómista, que es un lugar que ya habíamos visitado antes, pero nos quedó por visitar el interior de la Iglesia de San Martín de Tours. En esta ocasión sí que pudimos y la hicimos y también tomamos una degustación de queso en La Venta Boffard que en la anterior ocasion no la hicimos. ¡Qué rico el queso Boffard! Para almorzar fuimos a uno de esos sitios que nos encanta a toda la familia. El Mesón Los Templarios, en Villalcázar de Sirga. ¡Qué lechazo sirven allí! Sin duda un lugar para chuparse los diez dedos. Todo rico rico.

Continuamos hasta Madrid y como casualmente nuestro hotel estaba junto al Santiago Bernabéu, y además, casualmente de nuevo, había un partido de liga, así que Miguelito y mi padre se acercaron a ver el partido esa misma noche. Qué suerte tuvieron porque aún quedaban entradas. Real Madrid 2 - Valencia 2. Mamá y yo nos quedamos a comer algo junto al hotel. Había sido un día muy cansado y al día siguiente continuaríamos nuestro camino de vuelta a casa. Lo pasamos genial, hemos hecho un montón de cosas chulas y todo fue una maravilla.

sábado, 9 de septiembre de 2017

Conociendo España (parte 1)

Todos los veranos intentamos si podemos ir a visitar sitios que no hemos estado antes. Este verano, en el mes de agosto, que es cuando todos coincidimos de vacaciones nos esperaban unas cuantas noches de viaje por España.

Visitamos muchos sitios, muchísimos y aquí voy a contaros rápidamente más o menos las cosas que vimos y que más me gustaron.

Salimos muy muy temprano en coche, todavía era de noche, de camino hacia Cáceres, que era nuestra primera parada, hacía mucho calor pero estábamos con ganas, y pateamos toda la zona céntrica y del casco antiguo, comimos allí y continuamos a Salamanca, donde pasamos nuestra primera noche. Salamanca es preciosa, especialmente de noche.

El siguiente día aprovechamos la mañana para terminar de ver Salamanca, con recorrido de tren turístico incluido y compra de sudadera típica de la ciudad y continuamos hacia Oviedo. Llegamos después de comer en El Pradillo, cerca de León, un restaurante que nos habían recomendado y comimos estupendamente. En Oviedo visitamos casi todo lo que pretendíamos visitar y terminamos el largo día en la plaza del Fontán, donde mis padres tomaron Sidra, yo me hinché a queso y mi hermano a pastel de cabracho.

La mañana siguiente fuimos temprano a visitar Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo, que están en Oviedo pero un poco en las afueras y seguimos para visitar Cudillero, que es un pueblo de pescadoros chiquitín pero muy bonito, y desde allí a Gijón, donde pasamos todo el día. Casi al atardecer regresamos a nuestro hotel en Oviedo.

El siguiente día visitamos Lastres y su playa maravillosa, y fuimos a Arriondas, desde donde alquilamos una canoas y realizamos el descenso del Sella. ¡Chulísimo! Lo pasamos divino, la verdad. Después de cambiarnos visitamos Cangas de Onís y en Intriago descansamos del día de tanto ejercicio. ¡Qué bien dormimos!

Si el día anterior fue intenso el siguiente no lo fue menos. Fuimos a los Lagos de Covadonga, y subimos en el autobús. ¡Qué susto, qué curvas, qué precipicios! Las vistas desde allí son maravillosas. Muy, muy muy recomendable. También visitamos el Santuario de Covadonga y partimos hacia Cabrales, donde almorzamos. El queso de cabrales es una de mis comidas favoritas. Mis padres decidieron ir hasta allí para que yo pudiera comer el auténtico queso de cabrales. ¡Qué rico estaba! De camino a Potes paramos para visitar Santa María de Lebeña, que era muy coqueta y bonita. Yo me pegué una buena siesta en el desfiladero. Luego visitamos Potes y paramos en Camaleño, donde teníamos nuestra habitación del día.

Desde Camaleño visitamos Fuente Dé, y subimos en el Teleférico de los Picos de Europa. ¡Espectacular! Daba un poco de miedo, pero una vez dentro del teleférico con las vistas alrededor se te va olvidando el peligro. Las vistas desde allí son inigualables. Luego visitamos Santo Toribio y San Vicente de la Barquera, que nos pilló un día nublado y no pudimos disfrutarla todo lo que nos hubiera gustado. Allí comimos estupendamente y continuamos hasta Comillas, donde realizamos varias visitas turísticas que nos gustaron mucho, incluido un paseo en tren turístico por el centro de la ciudad. La siguiente y última parada del día era Santillana del Mar, donde dormiríamos varias noches. En la siguiente entrada os sigo contando.

domingo, 13 de agosto de 2017

En las Alpujarras

Cuando llega agosto empieza lo bueno. En ese mes coincide qeu todos en csa estamos de vacaciones y normalmente hacemos un montón de actividades que no siempre podemos hacer. ¡Hay que aprovechar el verano!

Una de las primeras cosas especiales que hicimos nada más comenzar las vacaciones fue ir junto con nuestros amigos Dani, Jaime, Gabriel, Sagrario, Miguel, Juani y Nicolás a las Alpujarras. Todos los años intentamos las tres familias hacer alguna escapada juntos. Por ahora lo estamos consiguiendo.

Fuimos a las Alpujarras, y especialmente a Bubión, que es donde teníamos nuestro alojamiento en la Villa turística de Bubión. En la entrada del hotel hay un cartel informando que los Reyes de España Juan Carlos I y Sofía visitaron Bubión y descansaron en nuestro hotel en  mayo de 1994. ¡Jo, qué lujo! 

Aparte de disfrutar de la piscina unas cuantas horas, del bufet del desayuno, y de los restaurantes que hay en la localidad, también fuimos a visitar a Capileira y lo hicimos andando. En Capileira hay un recorrido por las fuentes del pueblo, pedimos el plano en la Oficina de Turismo y mi padre y yo nos escapamos e hicimos gran parte del recorrido mientras los demás descansaban en una terraza con unos refrescos. ¡Fue muy divertido!

Bubión y Capileira son unos pueblos muy bonitos, típicos de montaña, con casas de piedra y techos de pizarra, aunque la mayoría están pintadas en blanco. Las vistas desde el pueblo a la sierra son espectaculares y le recomiendo a todo el mundo que vaya a las Alpujarras que se acerque a los miradores y disfrute de la tranquilidad que se respira. ¡Es genial!

Pd: lo peor del viaje fueron dos caídas. Mi madre se cayó por las escaleras y se hizo un moratón enorme en el trasero y mi padre se cayó en el arcén regresenado de Capileira a Bubión y se lesionó la muñeca, pero nada importante. ¡Vaya dos sustos!


martes, 8 de agosto de 2017

El cangrejo

El útimo domingo de julio fuimos a la playa de El Bombo, donde van mis abuelos Pepa y Felipe desde hace años, colocamos nuestra sombrilla junto a su toldo y bueno nos preparamos para echar el día en la playa. Mamá suele achicarrarse al sol pleno, mi padre no suele salir de la sombra y Miguelito y yo estamos todo el rato entrando y saliendo del agua. Normalmente allí nos juntamos con nuestros primos, y lo pasamos genial jugando con ellos.

Todo parecía un día normal, pero de repente apareció Miguel contándonos que había cogido un cangrejo enorme, y lo traía en un cubo. Lo cierto es que era un gran cangrejo. Debío haberse despistado pues hacía un día con muchas olas y mi hermano que siempre está muy vivo lo vió y lo capturó.

¡Qué orgulloso estaba! Lo mirabas y te dabas cuenta que se sentía como si hubiera matado un león con sus propias manos y salvado la vida de una bella joven. ¡Valiente elemento! Quería llevárselo a casa pero papá le hizo comprender que en casa se iba a morir de tristeza, y que probablemente tendrá una casa, y lo echarán de menos. Lo mejor era dejarlo en la playa, cerca de su casa y que pudiera regresar y ser feliz con los demás cangrejos. Lo mantuvo en el cubo, mirándolo todo el rato, pero antes de volver a casa lo soltó a su hogar. Adiós señor cangrejo, que tenga un buen día. ¡Ah, y no se deje atrapar fácilmente!

lunes, 7 de agosto de 2017

¡Emoji World Premiere!

Estábamos mi hermano y yo tranquilamente disfrutando de las vacaciones en el salón viendo una serie y aparecieron nuestros padres y nos preguntaron si nos gustaría ir a ver la película Emoji. Nosotros le dijimos que sí, que sí queríamos, claro. Y nos dijeron pues este viernes vamos. Nosotros les dijimos que no podría ser porque todavía no la habían estrenado, y que no lo haría hasta por lo menos dentro de dos semanas. Entonces mi padre muy tranquilo nos dice, da igual, este viernes vamos a Marbella a ver el preestreno mundial. ¡Ya tengo las entradas!

Los dos nos miramos boquiabiertos, ¡pasmados! Mis padres habían comprado entradas para ver  conciertos en el Starlite festival y le habían ofrecido las entradas para ver Emoji! ¿No es una gran sorpresa?

Llegó el viernes y fuimos los cuatro a Marbella, ¡Un preestreno mundial! ¡Qué emoción! Alfombra roja, focos, fotógrafos en el photocall, una de mis youtubers más seguidas, algunos famosillos... ¡Qué buen plan! Pudimos hacernos fotos con los personajes. Todo muy bien montado. Aparcamos abajo en un enorme parking y un autobús nos llevó hasta arriba, justo delante de una escalera que al subirla terminaba en la entrada.


Pd: Una cosa chulísima sucedió después, los días siguientes cuando en la tele decían próximamente en los mejores cines, Emoji! ¡No te la pueder perder! ¡Nosotros ya la habíamos visto! Y luego en el colegio, todos los amigos con ganas de verla, pero nosotros, ejem, ya la habíamos visto! ¡Qué afortunados y qué bien lo pasamos!

sábado, 1 de julio de 2017

Sonrisa sardina

A mi familia y a mí nos encantan las sardinas, y viviendo en la costa de Málaga no se nos pasa un verano sin ir al chiringuito a tomarlas ¡Están riquísimas! 

Nuestro chiringuito favorito es sin dudarlo El Lotero, en el que además el espeto de sardina vale bastante barato. Pasar un día en la playa jugando, riéndonos, bañándonos al sol del verano y después tomarse un delicioso espeto de sardinas es un plan perfecto para un día de calor en Fuengirola. ¡A nosotros nos encanta!
A mi mamá le encanta la playa y se pasaría prácticamente en la playa todo el día, pero no lo hace porque odia madrugar, así que normalmente llegamos a la playa a más de las 12:00. Este verano incluso algún día hemos ido a andar y hemos llegado más temprano, pero no es lo habitual, la verdad. Como tampoco es habitual ir al chiringuito a comer sardinas, porque aunque nos encantan, bueno, no las regalan. Pero para el cumple de mi padre fuimos! Este año coincidió que su cumpleaños caía en domingo y mi padre no quiso dejar pasar la oportunidad. ¡Bien que hizo!

No sé si habéis probado alguna vez las sardinas en espetos, pero si no lo habéis probado ya, estáis perdiendo una oportunidad magnífica. No la dejéis escapar. ¡Hacedme caso!

sábado, 17 de junio de 2017

Otro año en Chiclana

Esto de ir a Chiclana se ha vuelto una agradable costumbre en nuestra familia. La verdad es que es muy complicado porque somos muchos primos y para que podamos hacer coincidir un fin de semana libre todos juntos hay que hacer un esfuerzo grande por todos.

Al final, otro año más lo conseguimos. Repetimos hotel del año anterior pues Miguelito el año pasado estuvo escayolado y no pudo disfrutar de la piscina, y él tenía mucho interés en repetir,  porque era una piscina especial, pues tenía un chorro que caía en un cubo gigante y ese cubo iba poco a poco, conforme se iba llenando, girando hasta volcar todo su contenido hacia abajo. A todos los niños les gusta colocarse en el sitio donde el cubo de agua se vacía. Lo cierto es que es muy divertido.

La verdad es que lo pasamos estupendo, especialmente nosotros los niños y más aún los peques, y aunque un buen rato del día se lo pasan llorando, el resto del día, cuando no están durmiendo, los peques de la familia son muy divertidos. Lo pasamos chupi con Celia, Lucas, Laura y Martina. Son supercuquis.

Este año, otro año más, confieso que me he pasado un poco con el bufé de dulces, pero es que es inevitable. El año que viene intentaré no pasarme tanto... quizás.

lunes, 12 de junio de 2017

¡Sandía amarilla!

El verano estaba ya encima nuestro, cada día más de lleno, y ya nos iban apeteciendo a todos el fresquito, la playa y las frutas veraniegas. La sandía y el melón, especialmente. 

Era sábado y mi padre iba a ir a hacer la compra, Miguel y yo teníamos ganas de acompañarle a la compra, porque de esa manera siempre sacamos algo para echar en el carro de la compra, ya sabéis: unos helados, alguna pizza y en esta ocasión echamos una sandía amarilla. ¿Qué era eso de una sandía amarilla? Eso tenía que verlo con mis propios ojos sin lugar a dudas. Así que tras hacer un examen exhaustivo a las sandía que allí había seleccionamos la sandía perfecta.

Llegamos a casa y la metimos en el frigorífico para que fuese enfriando porque esa misma noche tendríamos que probarla.

Efectivamente una sandía amarilla es una sandía de color amarillo, lo gracioso es que sabe completamente igual que una sandía normal, y tiene todas las características normales de una sandía menos esa. 

Yo estaba tan entusiasmada con la idea de abrir la sandía que incluso me vestí acorde con el acontecimiento. ¡Todos los días algo nuevo!

sábado, 3 de junio de 2017

El campeón de Liga

El fin de semana siguiente de la comunión de Miguelito recibí una sorpresa. Mi padrino me la dio. Resulta que llegaba el final de la liga de fútbol. Era el último partido de la temporada y coincidió que era el último en La Rosaleda y mi padrino no podía asistir, así que me ofreció su carnet a mí, para que yo fuera con mi hermano, mi padre y el abuelo Miguel. El partido era uno de esos partidos que nadie se quiere perder: Málaga - Real Madrid. Y, además, en ese partido se decidiría el campeonato de Liga.

Si el Real Madrid ganaba el partido, se llevaba el campeonato, si no ganaba ya entraban otras posibilidades que tampoco vienen al caso porque ganó. Lo hizo por 0-2 con goles de Cristiano Ronaldo y Benzema. Yo me llevé un sabor agridulce porque yo quería que el Málaga ganara el partido pero también que el Real Madrid ganara la Liga. Que se dieran las dos cosas era muy complicado.

En cualquier caso lo pasamos muy bien, porque hubo mucha emoción, y bueno, vi al Real Madrid que es el mejor equipo del año -ya que ha ganado-. Y también pude ver una celebración de Liga, que tampoco es algo que se vea todos los años.

Como mi hermano va al campo casi a todos los partidos, se ponía muy chulito explicándome cosas, que si tu asiento es éste, que si el banquillo está allí, que si este jugador es tal y aquel cual. ¡Se los conoce a todos!

viernes, 26 de mayo de 2017

La Comunión de Miguelito

El pasado catorce de mayo de 2017 mi hermano Miguel recibió su Primera Comunión. Llevaba preparándose dos años yendo a catequesis. Mis padres, junto con la ayuda de familiares y amigos llevaban preparando la celebración unos cuantos meses. ¡Vaya follón! ¡Pero qué divertido! La misa fue muy emocionante y Miguel estuvo muy correcto en todo momento. La verdad es que fue muy bonita la comunión. Tuvo mucha suerte con el tiempo porque hizo un día muy soleado, sin mucho calor. Apenas hubo una nube en el cielo. Yo, en cambio, en mi comunión tuve un día gris y de mucha lluvia, pero bueno.

Luego la celebración fue en el Restaurante Cerrado del Águila, y la verdad es que todo estuvo estupendo. Lo pasamos estupendamente. Vinieron todos nuestros primos y muchísimos amigos de mi hermano, tanto del colegio como del fútbol.

Todo salió estupendo. Lo pasamos genial todos. Todo el mundo estuvo muy guapo. Miguelito el que más. Las golosinas y especialmente las tartas de la mesa de chuches que preparamos estaban riquísimas. La comida toda exquisita. El ambiente estupendo.

Y para terminar la celebración vino un mago a actuar. La actuación fue muy divertida y lo pasamos genial.

  Aquí un foto con nuestros primitos por parte materna.


martes, 25 de abril de 2017

Once años ya

Llegó mi cumpleaños y este año yo había pensado para celebrarlo hacer algo distinto a lo que otros años había hecho. Se me ocurrió celebrar una fiesta en mi casa con mis amigas y amigos. Un montón de ellos. Mi padre no estaba muy por la labor porque decía que iba a ser un follón muy muy grande, pero mi madre y mis caritas pidiendo por favor lo convencieron.

Para la celebración vinieron a casa mi prima Natalia, mis vecinos y amigos Óliver y Carmen, también mis compañeras de colegio Marta, María del Mar, Ana Rodríguez, Sofía Orellana, Soraya, Yanira, Lidia, Lucía, Andrea y Ana González.

Les enseñé mi casa, y mis muñecas y mis juegos de mesa, y estuvimos jugando con un poco de todo. También merendamos en casa, e incluso soplé mi tarta de 11 años y después fuimos al parque que hay justo detrás de mi bloque y estuvimos jugando a un montón de cosas hasta que poco a poco, los padres fueron llegando a recogerlos a todos y ya llegó la hora de regresar a casa. Fue un cumple súper especial.

¡Lo pasamos fantástico!