sábado, 17 de junio de 2017

Otro año en Chiclana

Esto de ir a Chiclana se ha vuelto una agradable costumbre en nuestra familia. La verdad es que es muy complicado porque somos muchos primos y para que podamos hacer coincidir un fin de semana libre todos juntos hay que hacer un esfuerzo grande por todos.

Al final, otro año más lo conseguimos. Repetimos hotel del año anterior pues Miguelito el año pasado estuvo escayolado y no pudo disfrutar de la piscina, y él tenía mucho interés en repetir,  porque era una piscina especial, pues tenía un chorro que caía en un cubo gigante y ese cubo iba poco a poco, conforme se iba llenando, girando hasta volcar todo su contenido hacia abajo. A todos los niños les gusta colocarse en el sitio donde el cubo de agua se vacía. Lo cierto es que es muy divertido.

La verdad es que lo pasamos estupendo, especialmente nosotros los niños y más aún los peques, y aunque un buen rato del día se lo pasan llorando, el resto del día, cuando no están durmiendo, los peques de la familia son muy divertidos. Lo pasamos chupi con Celia, Lucas, Laura y Martina. Son supercuquis.

Este año, otro año más, confieso que me he pasado un poco con el bufé de dulces, pero es que es inevitable. El año que viene intentaré no pasarme tanto... quizás.

lunes, 12 de junio de 2017

¡Sandía amarilla!

El verano estaba ya encima nuestro, cada día más de lleno, y ya nos iban apeteciendo a todos el fresquito, la playa y las frutas veraniegas. La sandía y el melón, especialmente. 

Era sábado y mi padre iba a ir a hacer la compra, Miguel y yo teníamos ganas de acompañarle a la compra, porque de esa manera siempre sacamos algo para echar en el carro de la compra, ya sabéis: unos helados, alguna pizza y en esta ocasión echamos una sandía amarilla. ¿Qué era eso de una sandía amarilla? Eso tenía que verlo con mis propios ojos sin lugar a dudas. Así que tras hacer un examen exhaustivo a las sandía que allí había seleccionamos la sandía perfecta.

Llegamos a casa y la metimos en el frigorífico para que fuese enfriando porque esa misma noche tendríamos que probarla.

Efectivamente una sandía amarilla es una sandía de color amarillo, lo gracioso es que sabe completamente igual que una sandía normal, y tiene todas las características normales de una sandía menos esa. 

Yo estaba tan entusiasmada con la idea de abrir la sandía que incluso me vestí acorde con el acontecimiento. ¡Todos los días algo nuevo!

sábado, 3 de junio de 2017

El campeón de Liga

El fin de semana siguiente de la comunión de Miguelito recibí una sorpresa. Mi padrino me la dio. Resulta que llegaba el final de la liga de fútbol. Era el último partido de la temporada y coincidió que era el último en La Rosaleda y mi padrino no podía asistir, así que me ofreció su carnet a mí, para que yo fuera con mi hermano, mi padre y el abuelo Miguel. El partido era uno de esos partidos que nadie se quiere perder: Málaga - Real Madrid. Y, además, en ese partido se decidiría el campeonato de Liga.

Si el Real Madrid ganaba el partido, se llevaba el campeonato, si no ganaba ya entraban otras posibilidades que tampoco vienen al caso porque ganó. Lo hizo por 0-2 con goles de Cristiano Ronaldo y Benzema. Yo me llevé un sabor agridulce porque yo quería que el Málaga ganara el partido pero también que el Real Madrid ganara la Liga. Que se dieran las dos cosas era muy complicado.

En cualquier caso lo pasamos muy bien, porque hubo mucha emoción, y bueno, vi al Real Madrid que es el mejor equipo del año -ya que ha ganado-. Y también pude ver una celebración de Liga, que tampoco es algo que se vea todos los años.

Como mi hermano va al campo casi a todos los partidos, se ponía muy chulito explicándome cosas, que si tu asiento es éste, que si el banquillo está allí, que si este jugador es tal y aquel cual. ¡Se los conoce a todos!