lunes, 31 de diciembre de 2007

Riéndome con Elena

Me encanta la Navidad. Cada rincón tiene un adorno especial. Los días son cortos pero las largas noches tienen luces de colores formando estrellas y lunas preciosas. Se respira alegría en las personas y puedo comer turrón y chocolate muchas veces, pero sobre todo estoy más tiempo con mi padres, familiares y amigos. Ayer, por ejemplo, estuvimos mami y yo con sus amigas Raquel, Gema y su bebé Marta. Nos lo pasamos muy bien jugando en el parque. Poco antes pasamos a visitar a la abuela Pepa, pero sólo un ratito pequeño.

Cuando ya se acercaba la hora de comer, lo sé porque me estaba entrando mucha hambre, llegó papi, nos fuimos a almorzar acompañados de Juanfra, Lidia y la pequeña Elena. Fuimos juntos a la pizzería Tricolore, que está en el paseo marítimo de Fuengirola. Yo también había estado allí antes. Y me hice notar porque tiré una copa sobre el mantel, pero esa es otra historia que no me gusta recordar. Nada más sentarnos en nuestra mesa, mami me dio mi comida y de postre tomé pizza. Luego no sé como papi me engañó, me puso el chupete, una gasa y... al momento me desperté y estábamos en otro sitio, comiendo café y pasteles para merendar. Me pareció que había dormido un segundo pero debí dormir por lo menos una hora y media. Los pasteles también estaban buenos. Me encantó jugar con Elena, que aunque todavía es muy chiquitita para jugar conmigo, porque no anda, se ríe mucho cuando me acerco.

Juanfra, Lidia y Elena se fueron a un cumpleaños pero mamá, papá y yo tropezamos con un parque donde estaba el primo Dieguito, qué guay, y estuvimos un ratito allí, no mucho tiempo porque ya empezó a refrescar. Así que nos fuimos para la casa, donde me dieron un baño con mis patitos poco antes de cenar y dormir.

No hay comentarios: