No tenía yo ni idea de lo divertido que podría ser la entrada de un año. Me lo pasé genial. Por la mañana estuve en casa de la abuela Pepi y el abuelo Miguel mientras mis padres fueron a hacer alguna que otra compra navideña. Espero que se acuerden de mí, aunque ellos dicen que a mí me regalará los Reyes Magos de Oriente, o sea, chinos. Pero sólo si me porto bien.
En casa de mis abuelos me eché hasta una siestecita. Cuando me desperté vino mi madre a recogerme. Papi se fue a la casa. Mami y yo fuimos a casa de los padrinos de mamá -Trini y Pepe- a ayudar a preparar la gran comilona de fin de año.
Después de ayudar muchísimo volvimos a casa a prepararnos para volver bien guapos. Mami estaba, como siempre guapísima. Llegamos un poquitín tarde, pero es que encontrar aparcamiento era muy complicado. Tuvimos que aparcar en un aparcamiento público. Nos reunimos un buen montón de gente. A ver si me acuerdo: Pepe, Trini, Nieves, Mariano, María José, Alberto, Blanca, Nacho, Loli, Pedro, Pepa, Felipe, Cristina, David, María José, Francisco, Rosi, Chiqui, mamá, papá y yo.
Lo mejor fue cuando llegó el momento de las uvas, todos apretados delante de la tele para comernos las uvas, hasta yo lo hice, lo que pasa es que como no sé contar bien creo que me hice un lío y me tomé la cuatro por la primera, la sexta por la quinta y llegué a doce. ¡Bieeeen!.
Después repartimos muchos regalos del amigo "invisible". A mí me trajeron un regalo muy chulo: un pequeño champiñón de juguete donde puedo meter figuritas por sus ranuras, para aprender y tiene una puerta por donde coger las cosas y luces... ¡me encanta! No es exactamente igual que el de la foto pero el mío es mejor. Me lo pasé pipa jugando con Nacho, pero principalmente con David, le encanta jugar conmigo y a mí más con él. Todos jugaron al Bingo y al dinero. El campeón absoluto fue Papá que ganó dos bingos de cuatro. Y esto no es una inocentada. Le vino muy bien ganar para pagar el aparcamiento del coche. Estuvimos hasta las 3:30 de la mañana todos jugando, y yo no me dormí, pero en el carrito de camino al coche, me quedé sopa...
En casa de mis abuelos me eché hasta una siestecita. Cuando me desperté vino mi madre a recogerme. Papi se fue a la casa. Mami y yo fuimos a casa de los padrinos de mamá -Trini y Pepe- a ayudar a preparar la gran comilona de fin de año.
Después de ayudar muchísimo volvimos a casa a prepararnos para volver bien guapos. Mami estaba, como siempre guapísima. Llegamos un poquitín tarde, pero es que encontrar aparcamiento era muy complicado. Tuvimos que aparcar en un aparcamiento público. Nos reunimos un buen montón de gente. A ver si me acuerdo: Pepe, Trini, Nieves, Mariano, María José, Alberto, Blanca, Nacho, Loli, Pedro, Pepa, Felipe, Cristina, David, María José, Francisco, Rosi, Chiqui, mamá, papá y yo.
Lo mejor fue cuando llegó el momento de las uvas, todos apretados delante de la tele para comernos las uvas, hasta yo lo hice, lo que pasa es que como no sé contar bien creo que me hice un lío y me tomé la cuatro por la primera, la sexta por la quinta y llegué a doce. ¡Bieeeen!.
Después repartimos muchos regalos del amigo "invisible". A mí me trajeron un regalo muy chulo: un pequeño champiñón de juguete donde puedo meter figuritas por sus ranuras, para aprender y tiene una puerta por donde coger las cosas y luces... ¡me encanta! No es exactamente igual que el de la foto pero el mío es mejor. Me lo pasé pipa jugando con Nacho, pero principalmente con David, le encanta jugar conmigo y a mí más con él. Todos jugaron al Bingo y al dinero. El campeón absoluto fue Papá que ganó dos bingos de cuatro. Y esto no es una inocentada. Le vino muy bien ganar para pagar el aparcamiento del coche. Estuvimos hasta las 3:30 de la mañana todos jugando, y yo no me dormí, pero en el carrito de camino al coche, me quedé sopa...
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