domingo, 30 de diciembre de 2007

Jugando con Daniel y Jaime


El sábado guardaba para mí una grata sorpresa. Papi fue pronto al baratillo con el tito Francisco mientras yo me quedé con mami en casa. Hasta aquí todo normal. Lo mejor estaba por llegar justo al final de la mañana, cuando nos arreglamos para irnos a comer a la calle con unos amigos de mis padres, que son Juani, Sagrario, Miguel y los niños de éstos, que son Daniel y Jaime. ¡Qué guapos!

Fuimos todos juntos a comer al restaurante La Salina, donde yo había estado antes, ya que allí se celebró mi bautizo. Todos comimos muy bien. Yo me comí mi potito y dos Petit Suisse, luego piqué unas croquetas y patatas fritas, hasta que papi me atrapó entre sus brazos y ya no hubo nada que hacer sino dormir la siesta.

Me desperté justo en el momento en que salíamos del restaurante, que fue exactamente en el cual empezaron a dormirse Daniel y Jaime. Cuando llegamos a nuestro piso, ellos estaban dormidos y yo con ganas de juego. Todos tomaron café y delicias navideñas mientras yo esperaba que mis amiguitos se despertaran. No se hicieron esperar mucho, y empezamos a jugar pronto, durante largo rato. Luego cuando se fueron yo estaba bastante cansada y más o menos, después del biberón, me dormí pronto.

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