Con mucho moco

El sábado empezó como ya sabéis -si habéis leído el post anterior- en la cuna, pero no había guardería así que me quedé en casa, mami me dio el biberón mientras papi fue a por el pan que estaba buenísimo. Desayunamos los tres juntos sentados en la cocina. Después nos fuimos al parque que hay junto a la casa. Ya he aprendido a subir los escalones yo sola y después tirarme. Me encanta.

Desde el parque, camino de la casa de los abuelos Pepi y Miguel fuimos a echar la quiniela, que dice papi que si le toca me compra un paquete de gusanitos. Ojalá le toque. Llegamos a casa de los abuelos, donde me quedé jugando mientras mis padres se iban a almorzar con unos amigos. Así yo me quedaba allí, que en realidad lo prefiero porque me encanta jugar con Natalia. Y estaba apunto de llegar.

Por la tarde, cuando yo llevaba mucho tiempo jugando con la prima llegaron mis padres a recogerme, yo no me quería ir pero como no se hace casi nunca lo que yo quiero pues nos fuimos. De todas formas en el fondo tenía ganas de irme ya porque estaba muy cansada y respiraba muy mal porque tengo muchos mocos. Mi mami dice que tengo algunas décimas de fiebre y que por eso me dieron una medicina. Me quedé casi toda la tarde con ellos en el sofá viendo el vídeo del día me mi bautizo. Me encanta verme aunque no me reconozco.

Estuvimos toda la tarde holgazaneando en el sofá hasta que me entró el hambre y el sueño. Y mi papi me dio un beso de buenas noches en la frente y cerré los ojos irremediablemente hasta el día siguiente.