domingo, 20 de enero de 2008

El sitio más cómodo del mundo

El viernes después de la guardería fuimos a comer a casa, mi mami y yo fuimos a comprar un pollo asado en un sitio cerca de la casa mientras papi aparcaba. Cuando llegamos fui a la cuna directa. Casi dos horas de siesta me di. Cuando desperté, estaba con muchas energía y nos fuimos a casa de los abuelos Pepa y Felipe, allí había muchísima gente pero sobre todo mis titos Mª José, Francisco, Cristina y David, además de mis abuelitos. Mis padres fueron al cine y yo me quedé un buen rato jugando con todos. Estando jugando como una loca, os podéis imaginar, me caí y me di un golpe en el labio que me hizo algo de sangre pero no lloré siquiera. Cada día soy más fuerte ya casi como mamá. Bueno todavía me falta mucho.

Me bañaron los abuelos en su casa y me dieron de comer y después el biberón, pero estaba tan descansada que lejos de dormirme tenía ganas de juego, y eso hicimos hasta que mi papis vinieron a recogerme después de cenar ellos, ya era de noche, y yo tendría que estar dormida pero como había dormido mucha siesta y me lo estaba pasando tan bien pues no tenía ganas. De todas formas cuando me siento en mi sillita del coche, que debe ser unos de los sitios más cómodos del mundo, por lo menos para mí, porque una vez allí sólo duro tres curvas a lo sumo cuatro. Y muchísimas veces allí acaba mi día...

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