sábado, 27 de junio de 2009

36

El pasado día veinticinco de junio fue el cumpleaños de mi papá y lo primero que hice esa misma mañana fue felicitarle y darle un gran beso junto con un fuerte abrazo de brazos y piernas. No sé si sabéis lo que es un abrazo de brazos y piernas pero es, más o menos, el abrazo más grande que seas capaz de dar con todo el cuerpo. Resulta que es el abrazo favorito de mamá y últimamente también se está convirtiendo en el favorito de mi papá.

En el cumpleaños número 36 de papá fuimos a almorzar con los abuelos Pepi y Miguel a un restaurante que se llama El Tostón. Todos juntos almorzamos muy a gusto. Echamos un buen rato allí y todo estuvo buenísimo y nos lo pasamos en grande.

Casi al final del almuerzo se acercó mi padrino José a felicitar a su hermano. A mi papá le hizo mucha ilusión. El pobre no comió nada porque está a régimen pero, aun así vino a felicitarlo.

Por la noche la celebración siguió, esta vez en Rigodón. Vinieron mucha gente y papá estaba muy contento por conseguir que finalmente todos pudieran venir, teniendo en cuenta que al día siguiente había que trabajar. Recibió muchos regalos y todos estuvieron muy cariñosos con él.


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