viernes, 2 de septiembre de 2011

El último día

El último día de las vacaciones de mis padres teníamos decidido ir todos juntos a desayunar a la calle. Fuimos a la churrería de Pepe, nuestro vecino, y tomamos churros con chocolate y yo también un poco con azúcar, que casi me gustan más.

Desde la churrería, directamente, fuimos a la playa, porque ya íbamos preparados con los bañadores y las toallas y las sillas y la sombrilla y todo. No había apenas ninguna ola, el agua parecía estar en calma, y quizás un poco más caliente que el día anterior, pero sólo muy poco. Qué bien se pasa y qué rápido pasa el tiempo en la playa. Mis padres leyendo y Miguel y yo haciendo castillos. El único problema fue cuando a Miguel le entró ganas de hacer caca y mamá tuvo que dejarlo todo y llevarlo corriendo al chiringuito, porque ya se sabe que Miguel está aprendiendo bastante bien pero cuando dice: que sale, que sale, hay que darse mucha pero que mucha prisa.

Desde la playa fuimos almorzar a uno de los sitios que más nos gustan a Miguel y a mí. Se llama Myramar y tienen unas hamburguesitas chiquititas, con queso y con unos huevos chiquititos que están riquísimos. Después volvimos a la casa a comer helado y descansamos porque después yo tenía una cita que llevo mucho tiempo deseando que llegase: el cumpleaños de mi amiguita María del Mar. ¡Qué bien lo paso en los cumpleaños! ¡Y Miguel no digamos!

No hay comentarios: