jueves, 1 de septiembre de 2011

Burros y sardinas

Si pensaba yo que el día anterior había sido muy bueno, el siguiente no fue mucho peor.

Me desperté algo temprano porque tenía muchas ganas de ir al baño, y comprobé que mi padre ya estaba despierto, sentado delante del ordenador. Le dije que tenía hambre y me dijo que me invitaba a desayunar en la calle. ¡Acepté sin dudarlo! Mi madre se levantó para vestirme y volvió a la cama mientras Miguel seguía dormido y mi padre y yo nos fuimos a Mijas.

Fuimos a Mijas porque allí es donde trabaja mi padrino, al que fuimos a visitar. Los tres juntos: mi padre, mi padrino y yo fuimos a desayunar juntos. Me tomé un Colacao y un pan con mantequilla que me invitó mi padrino ¡Qué rico estaba y qué divertida es Mijas con tantos burros! Fuimos en coche un buen rato muy despacito detrás de un burro que se había soltado e iba solo. Al terminar de desayunar bajamos hacia Fuengirola pero antes paramos en el garaje porque el coche llevaba unos días con un sonido extraño, que a mis padres les preocupaba. Nos dijeron en el garaje que lo iban a mirar y que nos tomaramos algo en el bar, y que en 15 ó 20 minutos volviésemos. Así que fuimos al bar que hay cerca y tomé un botellín de agua. Al rato el hombre del garaje vino al bar y le devolvió las llaves del coche a papá y le dijo que lo había aparcado en la misma puerta del bar, que estaba arreglado y lo mejor fue que le dijo a papi que no le debía nada. ¡Qué bien!

Fuimos a casa y nos preparamos para ir a la playa. ¿No es divertido? Fuimos a la playa los cuatro, y nos instalamos muy cerquita de la orilla. El agua estaba algo fría, pero a mí no me importó. Lo pasamos genial haciendo castillos de arena y después fuimos a almorzar al chiringuito. ¡Cómo me puse de sardinas! Primero comimos boquerones, luego calamares y para terminar me tomé cuatro sardinas, ¿y sabéis qué? Mi hermano Miguel se tomó otras cuatro. Mi madre dice que ya mismo en lugar de pedir tres espetos vamos a tener que pedir cuatro. Uno para cada uno.

Volvimos a la casa y mi madre me puso un gran vaso con helado de turrón. ¡Uno de mis favoritos! ¡Cómo me puse de helado! Luego pasamos toda la tarde en casa jugando y por la noche: pizza. ¡Yuuuupi!

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