martes, 20 de septiembre de 2011

El primer día

El lunes de la semana pasada, día 12 de septiembre, fue un día muy pero que muy importante. Mi hermano Miguel fue al cole por primera vez en su vida. Mis padres estaban algo preocupados por si lloraría al entrar. También estaban algo preocupados porque Miguel sabe pedir pipí, pero lo pide tan tarde que como no se dé prisa se le escapa unas gotillas.

Tampoco sabe aún limpiarse cuando hace caca. Pero lo peor de todo es que cuando hace pipí, al sentarse, siempre se quita los pantalones y también los calzoncillos, y luego no sabe ponérselos y le tienen que ayudar. Sin embargo, en el cole nadie le va a ayudar porque tiene que salir de la clase e ir solo al servicio que está justo al lado, para luego, volver a la clase. En casa no lo consigue casi nunca, pero es verdad que el váter está más alto que en el cole.

Sólo puedo decir que cuando mamá habló con la señorita le dijo que todo fue bien. Y no sólo no lloró al entrar sino que empujaba a los demás para entrar el primero. Mamá le preguntó a la señorita si había hecho pipí bien y le dijo que sí. ¡Os lo podéis creer! Está hecho un prenda bueno.

1 comentario:

Mamá dijo...

¡Mi principito se hace mayor!