viernes, 18 de junio de 2010

Machacada

Estamos sin coche, por eso todo lo hacemos andando, y creedme si os digo, os aseguro, que andar es muy cansado. Ayer, por ejemplo, sin ir más lejos, tuve que ir al cole andando y sí, sé que es cierto que está bastante cerca pero es que luego tengo que tener fuerzas para jugar.

En el recreo hicimos un circuito por el patio, teníamos que subir al tobogán, tirarnos, correr hacia el otro más pequeño, subir corriendo, esquivar los cocodrilos que hay al caer justo a la derecha, correr para pasar por la cabaña donde nos montamos en los caballos y correr, sin que nos cojan los leones, hasta la pared para volver a empezar de nuevo. Yo lo hice, pero sólo una vez, le dije a mi seño que estaba muy cansada y que me dolía la barriga, pero es que después del colegio me recogieron los abuelos Pepi y Miguel y venga a andar hasta su casa, donde ya estaba mi padre.

Después de comer allí -pucherito, qué ríco estaba- llegaba mi prima Natalia y ahí sí que no paramos de jugar y pasárnoslo bien corriendo de un lugar a otro, y cuando ya no puedo más y vienen a recogerme, entonces hay que hacer la caminata más larga y cuesta arriba que hay: subir hasta nuestra casa.

Entré a mi casa -por lo menos subimos en ascensor- y me tiré en la cama completamente machacada.

No hay comentarios: