jueves, 10 de junio de 2010

Descalzo por casa

El veranito se acerca y se aleja. Ahora hay días de playa y días de paraguas. Ayer, por ejemplo, estaba lloviendo, y me preocupo porque tengo planeada una excursión con mis compañeros de colegio y si llueve no podremos ir. Vaya desilusión me llevaría.

Ayer mis padres llevaron a Miguel a la podóloga y dijo que tiene una deformación extraña en los pies que hacen que el dedo gordo se le monte sobre los que están justo al lado. También dijo que ahora que tiene poco más de año y medio no se puede hacer nada porque está en crecimiento continuo. Tan sólo se le pueden dar unos masajes diarios de estiramiento para que consiga, poco a poco, volver a su sitio. Cuando sea más grande quizás sí se podrá hacer algo que lo solucione. Cuando la podóloga le masajeaba los pies a Miguel le gustó, no quería irse, el masaje que le dio le estaba gustando tanto que pedía más. ¡Qué gracioso!

También recomendó que andara descalzo sobre la arena y en casa solamente con calcetines, pero ahora en verano descalzo.

1 comentario:

Tito David dijo...

Jajajaja... me ha hecho gracia lo de que a Miguel le gustó el masaje y no se quería ir, que quería más... me lo imagino... jajajaja...

No obstante, vaya una noticia... pues vaya... en fin, menos mal que hoy en día estas cosas se quedan luego en una anécdota... pues nada, nada, a andar descalzo mucho, por la playa y a hcerle masajitos... cómo se lo va a pasar el enano!!!

Vamos campeón!!!!