Una por campanada

¡Hola, Feliz año a todos! Ya estoy aquí de nuevo, preparada para dar mucha guerra pero con el nuevo propósito de portarme mejor y seguir aprendiendo tanto como hasta ahora. Seguro que os estáis preguntando cómo me lo pasé en fin de año. Pues... me lo pasé de maravilla!!!

Por la tarde del 31 de diciembre mamá, Miguel y yo fuimos a ayudar a arreglar el local donde más tarde íbamos a celebrar la fiesta de fin de año. Mientras papi quedó con unos amigos que sólo suele ver de año en año, como el anuncio del turrón, que sólo vuelve por Navidad.

Yo ayudé a colorear lindas flores y bonitos regalos que después colgamos en la pared. Pasé casi todo el rato coloreando junto con Blanca mientras Miguel pasó mucho tiempo divirtiéndose con sus padrinos, especialmente con David. ¡Qué bien lo pasan juntos!

Más tarde en la fiesta hubo un momento muy divertido que fue cuando todos nos tomábamos las uvas al mismo tiempo. ¡Doce uvas! Una por cada campanada. Es muy difícil y muy pocos lo consiguen. Yo desde luego no lo hice pero no paré de reírme viendo a todo el mundo comiendo uvas a dos carrillos.

Miguel, a pesar de estar malito, aguantó bailando y disfrutando hasta las 2:00 de la madrugada y yo estuve despierta hasta más de las 3:00 de la madrugada, aunque, eso sí, una vez que me senté en el coche caí fulminada. ¡Qué cansancio!