Estamos de puente y cuando estamos de puente no vamos al cole ni a la guardería ni mis padres trabajan, porque es tiempo de hacer muchas cosas en familia. Para empezar fuimos, junto con Juanfra, Lidia y mi amiguita Elenita, a almorzar a un Restaurante, aunque mi padre dice que en realidad es una Venta. Se llama la Venta Talillas y es un sitio agradable donde nos hinchados a comer.
Y es que mi padre hace algún tiempo que decía que estaba con ganas de comerse unas migas, y a demás estaba con la espinita de tomar cabrito. Allí acabó con todas las ganas y toda la espinita. Lo pasamos genial, pero sobretodo porque desde allí nos fuimos hacia Málaga capital y paseamos iluminados por miles de luces de colores que adornan la Navidad en la ciudad. La calle Larios estaba preciosa y mi hermano se quedó pasmado de la gente que había. De verdad que aconsejo ir a todo el que pueda. Yo ya estoy deseando volver.
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