jueves, 18 de noviembre de 2010

Mocos al poder

Ya están aquí el frío y la lluvia, y con ellos, cogidos de la mano siempre vienen los mocos y la tos. Los dos peque de la casa tenemos bien agarrados los mocos y algo de tos, especialmente Miguelito, que por las noches, después de tomarse el biberón, tumbado en la cama, empieza a tener tos y mocos y no veas la que lía. Anoche, por ejemplo, vomitó unas cuantas veces, y es que la tos no le deja dormir, y esos mocos no le dejan respirar, y cuando se cruzan los mocos y la tos llegan los vómitos. Pobrecito.

Lo curioso es que durante el día no parece tener ni mocos ni tos, o al menos solamente un poco, pero por las noches la lía buena, pero sin querer, ¿eh?, que al que menos gracia de todos le hace vomitar es a él.

Yo, en cambio, mejor que peor voy tirando por las noches sin muchas novedades, salvo que todavía no he aprendido a no hacerme pipí en la cama, pero es que eso es un proceso largo y cualquier día conseguiré controlar lo del pipí y el dormir. Ya veréis.

Mi padre dice que si no tuviésemos mocos no podría llamarnos mocosos, y cuanta razón tiene.

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