martes, 30 de noviembre de 2010

En el Carrusel

Desde el sábado pasado todos los días están siendo muy lluviosos y bastante nublados. Apenas salimos de casa, tan sólo lo hicimos para ir al cumpleaños de nuestra tita Cristina, que lo celebró en su casa, donde pasamos un buen rato todos juntos, y yo, como suelo hacer en cada celebración, me hinché de bizcocho y tarta.

Al día siguiente el tiempo nos dio un pequeño respiro y pudimos pasear por el paseo marítimo, incluso almorzar, junto con mis abuelos Pepi y Miguel, en una terraza. Comimos cantidad de boquerones, calamares, chanquetes... y de postre unas natillas. Pero antes de volver a casa nos dimos una vuelta, a la que nos invitaron los abuelos, en el precioso carrusel que hay cerca del puerto. ¡Lo pasamos genial!

sábado, 27 de noviembre de 2010

La Bella y la Bestia

¿Sabéis qué fue lo que hicimos el domingo por la mañana mi mamá y yo? Pues fuimos al cine junto con la abuela Pepa a ver por primera vez una película en 3D. En realidad, era mi primera vez en una película de tres dimensiones, pero también era la primera vez para la abuela, pero no para mámá porque mamá ya había visto alguna que otra antes.

Es muy sorprendente ver una película en 3D y si no lo habéis hecho todavía os lo recomiendo, en serio, ya estáis tardando. Uy, todavía no he dicho qué película fuimos a ver, pues vimos La Bella y la Bestia, una preciosa película de dibujos animados, como todas las que a mí me gustan.

Al principio es muy divertido usar gafas para ver la peli, luego me fui cansando, pero conseguí aguantar toda la película con ellas puestas. Mi madre, que nos invitó, pues papá no estaba -se quedó en casa cuidando de Miguelito- dice que no sabía quién hacía más ruido o hablaba más fuerte si yo o la abuela.

Después del cine recogimos a mi padre y mi hermano y nos fuimos los cuatro a almorzar en el Burger King. ¿Verdad que fue un domingo genial?

viernes, 26 de noviembre de 2010

El bautizo doble

El sábado pasado fui por primera vez en mi vida a un bautizo doble, y no es que sea algo raro porque cuando bautizaron a mi hermano Miguel también bautizaron a más bebés recién nacidos, sino que estaba invitada a los dos bautizos, y luego hubo una celebración conjunta de los dos bebés en un restaurante.

Supongo que podéis imaginar que fue el bautizo de mi nueva primita Celia, aunque al otro bebé no creo que lo conozcáis pues es otra primita de mi prima Celia, y se llama Clara. Las dos primitas, digo, se bautizaron el mismo día. ¿Verdad que es especial? Y es que las dos nacieron con poca diferencia de edad. Fue un día fantástico y me lo pasé muy pero que muy bien. Además, por si fue poco, coincidió con el cumpleaños de mi tita Cristina, que cumplió... bueno eso no lo digo porque mi madre dice que las edades de las personas no se dicen y que si quieren que lo digan ellas.

Lo pasamos realmente bien, pude jugar con mis titos, abuelos y con mi primo Daniel y también con Miguelito, que ya estaba algo recuperado aunque continua con poco apetito.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

El canijo de siempre

Este fin de semana pasado mi hermanito Miguel ha estado pachucho. Aparentemente no tenía nada. Ni fiebre, ni mucha tos, ni estaba alicaído, pero por la noche, después de cenar, y justo después de tomarse el biberón echó media comida vomitando. Eran más o menos las una de la madrugada, pero poco después repitió, sobre las dos de la madrugada echó el resto, y cuando no le quedaba nada dentro, tomaba un poco de agua y enseguida la echaba. Vomitó cuatro veces en total. Imaginad cuatro veces cambiar las sábanas, la almohada, los pijamas... el pobre pedía agua y mis padres no se la daban, le daban el chupete mojadito e intentaban que volviese a dormirse. Se tocaba el pechito del esfuerzo de vomitar.

Los días siguientes vomitó varias veces más, pero se le veía algo mejor, de hecho, ya está recuperado del todo, aunque ha perdido algo de peso y ahora es otra vez ese canijo que siempre ha sido.

Yo, como suelo, no me he enterado de nada, pasé toda la noche durmiendo como un tronco.

A mis padres les da mucha pena, y se les cae el corazón al suelo cuando después de vomitar Miguel decía: no pasa nada. ¡Vaya hombretón está hecho!

lunes, 22 de noviembre de 2010

Un pajarito

Volvíamos en el coche todos juntos después de un intenso día de cole, trabajo y guardería. Miguel, en su comodísima silla estaba dormido, papá conducía mientras mamá estaba sentada delante junto a papá, entonces les pregunté a mis padres, sin venir mucho a cuento, que qué era eso de que la gente me dice que le ha dicho un pajarito. Ya sabéis, se te acerca alguien y te dice: me ha dicho un pajarito que has ido al cine, o me ha dicho un pajarito que has estado en un cumpleaños... yo siempre me quedo un poco callada, porque no entendía bien qué era eso de me ha dicho un pajarito, a mí nunca se me ha acercado un pajarito y me ha dicho nada.

Ahora que ya sé de qué va eso del pajarito, y os diré que un pajarito me ha dicho que se acercan las vacaciones de navidad y con ellas los Reyes Magos. ¿Verdad que es emocionante?

domingo, 21 de noviembre de 2010

Dos pies izquierdos

La semana pasada cuando mis padres fueron juntos a recoger a mi hermano Miguel a la guardería lo encontraron, como es habitual, dormido en su carro, pero Mari Palma y Laura -dos de sus seños- se estaban riendo mucho, y es que mi padre, cuando vistió a Miguelito por la mañana, se conoce que estaban los dos muy dormidos y mientras estaba vistiéndole, le puso a Miguel el uniforme de la guardería y un par de tenis, pero resulta que le puso los dos tenis distintos, y me refiero que le puso un tenis de un par y el otro tenis de otro par, vamos que no iban a juego, pero lo peor no fue sólo eso, sino que además, le puso los dos pies izquierdos. ¿Podéis imaginarlo? Miguel estuvo en la guardería muy bien vestido, muy peinadito, con su libretita y su botellín de agua pero con dos tenis distintos y además los dos izquierdos... ¡vaya con papá! ¡Qué despiste! ¡Y cómo se reía mamá!

Os enseño una foto justo al volver a casa. ¡Qué gracioso!

jueves, 18 de noviembre de 2010

Mocos al poder

Ya están aquí el frío y la lluvia, y con ellos, cogidos de la mano siempre vienen los mocos y la tos. Los dos peque de la casa tenemos bien agarrados los mocos y algo de tos, especialmente Miguelito, que por las noches, después de tomarse el biberón, tumbado en la cama, empieza a tener tos y mocos y no veas la que lía. Anoche, por ejemplo, vomitó unas cuantas veces, y es que la tos no le deja dormir, y esos mocos no le dejan respirar, y cuando se cruzan los mocos y la tos llegan los vómitos. Pobrecito.

Lo curioso es que durante el día no parece tener ni mocos ni tos, o al menos solamente un poco, pero por las noches la lía buena, pero sin querer, ¿eh?, que al que menos gracia de todos le hace vomitar es a él.

Yo, en cambio, mejor que peor voy tirando por las noches sin muchas novedades, salvo que todavía no he aprendido a no hacerme pipí en la cama, pero es que eso es un proceso largo y cualquier día conseguiré controlar lo del pipí y el dormir. Ya veréis.

Mi padre dice que si no tuviésemos mocos no podría llamarnos mocosos, y cuanta razón tiene.

domingo, 14 de noviembre de 2010

En nuestras camas

Todavía no lo había dicho pero desde el domingo pasado mi hermano Miguelito ya está durmiendo en su cama. Aunque no lo parezca es un gran avance para él.

En casa mis padres no tenían claro si Miguelito estaba lo suficientemente mayor y tranquilito para ser capaz de dormirse en una cama, y lo que es aún más difícil, mantenerse quieto en la cama hasta dormirse. ¿Y sabéis qué? Lo está llevando bastante bien. No se ha bajado de la cama ni una sola vez sin que mis padres se lo digan, tan sólo alguna vez que otra ha encendido y apagado la luz del cuarto, y es que desde nuestras camas el interruptor de apagar y encender la luz está ahora muy cerca, pero cuando papá le pega un grito, rápidamente la apaga y, en alguna ocasión, se ha hecho el dormido. ¡Es tan gracioso!

Ah y no se pone a dormir hasta que le digamos que sueñe con los angelitos...

viernes, 12 de noviembre de 2010

Churros para todos

Cuando el domingo por la mañana desperté, porque desperté la primera de los tres que estábamos en el cuarto, fui al cuarto de mis padres, pero mientras salía, Miguel se despertó, y entonces ya no hay más remedio que despertarse todos en casa, y me atrevería a decir que casi también la mayoría de los vecinos, porque mi hermano es un muy escandaloso.

Mi padre nos preguntó, si mientras nos espabilábamos y mamá preparaba el desayuno, nos gustaría que fuese a la churrería para traernos churritos. ¡Jo, cómo le gustan los churros a Miguel! ¡Bien bravo! ¡Churritos! ¡ Y qué contento se puso cuando papá llegó con los churros a la casa!

Después pasamos toda la mañana en la casa hasta que llegó la hora del almuerzo y fuimos todos juntos con los abuelos Pepi y Miguel a comer a una venta. Nos portamos bastante bien, especialmente mi hermano, que aunque parezca mentira comió más que Natalia y yo, y además estuvo todo el tiempo sentadito en su silla. Bueno, en realidad, no fue todo el rato, pero casi. Desde allí ya nos despedimos de Natalia que se fue con los abuelos a casa de sus padres, y nosotros volvimos a casa.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

En la cama de Miguel

Este pasado sábado por la tarde vino a mi casa mi primita Natalia, y no os creáis que vino de visita. No. Vino a quedarse a dormir. Sí, en la nueva cama de mi hermano Miguel, junto a la mía, antes incluso de que él la estrene. ¡Lo pasamos genial! Podéis imaginarlo. Para merendar mi madre hizo un bizcocho buenísimo, como siempre que hace uno. Mi padre, como siempre que hay bizcocho en casa, se puso púo.

Más tarde, al anochecer, antes de cenar, nos dimos un buen baño. Nos metimos en la bañera los tres juntos, y el que se lo pasó mejor fue Miguel, que no paraba de enseñarle los patos a Natalia. Después del baño, con los pijamas puestos, y el pelo seco, pedimos unas pizzas para todos. ¡Vaya comilona! Pero mientras llegaban las pizzas o no, pasamos un buen rato jugando al escondite por la casa. No hace falta decir que a todos nos encanta la pizza, incluyendo a Miguel.

A la hora de dormir, mi hermano estaba muerto de sueño, y yo también caí pronto, en realidad lo hice la primera, luego creo que cayó Miguel, y la última fue Natalia, pero claro para ella era algo raro dormir en otra cama que no fuese la suya, y además fuera de su casa.

domingo, 7 de noviembre de 2010

El regalo sorpresa

El sábado por la mañana cuando mi padre volvió de cortarse el pelo trajo a casa un regalo para mi hermanito Miguel de parte de Manu, un amigo de mis padres. El regalo le encantó a mi hermano y le hizo mucha ilusión, especialmente porque no lo esperaba y las sorpresas en forma de regalo siempre son bienvenidas a nuestra casa. Pero también me hizo ilusión a mí, porque me encantan las llaves, y eso de cerrar y abrir cosas.

El juego tiene tres casas que se pueden meter una dentro de otra, y tres cerditos y un lobo, y lo que es más guay, tres llaves para abrir y cerrar las puertas de cada casa. Es un juego para que mi hermano aprenda a distinguir los colores, y los tamaños, y, una vez recogido todo, no ocupa mucho espacio, porque al final, para dejarlo recogido, hay que meter todos los cerditos en la casa pequeña y luego ir poniendo una dentro de la otra hasta que sólo nos queda una llave y una casa. ¡¡Ah, y el lobo fuera de la casa, claro! Es muy divertido!

Gracias Manu

viernes, 5 de noviembre de 2010

El aula matinal

Esta semana, en la que estamos ahora mismo, ha sido un sin parar y casi un sin respirar. Despertarme temprano, desayunar rápido, ir al cole, después al comedor, por la tarde al baile o al inglés, después a casa de unos abuelos otro día al de los otros, de aquí para allá y de allá para aquí. Todo el día un corre que te pilla sin descanso. ¡Vaya semana Y para colmo, esta misma mañana he ido por primera vez al aula matinal, que es una escuela distinta dentro de la escuela pero es para todos los niños que llegamos un rato antes de la hora de comienzo del cole. Y es que mis padres entran algunos días antes que yo al cole y hasta el día de hoy me han ido llevando algunas veces mi padre, otras mi madre y algunos días mis abuelos, pero como ya han cambiado la hora y por las mañanas es totalmente de día pues ya no importa tanto eso de levantarse para ir temprano a la aula Matinal.