Desde el sábado pasado todos los días están siendo muy lluviosos y bastante nublados. Apenas salimos de casa, tan sólo lo hicimos para ir al cumpleaños de nuestra tita Cristina, que lo celebró en su casa, donde pasamos un buen rato todos juntos, y yo, como suelo hacer en cada celebración, me hinché de bizcocho y tarta.
Al día siguiente el tiempo nos dio un pequeño respiro y pudimos pasear por el paseo marítimo, incluso almorzar, junto con mis abuelos Pepi y Miguel, en una terraza. Comimos cantidad de boquerones, calamares, chanquetes... y de postre unas natillas. Pero antes de volver a casa nos dimos una vuelta, a la que nos invitaron los abuelos, en el precioso carrusel que hay cerca del puerto. ¡Lo pasamos genial!
Al día siguiente el tiempo nos dio un pequeño respiro y pudimos pasear por el paseo marítimo, incluso almorzar, junto con mis abuelos Pepi y Miguel, en una terraza. Comimos cantidad de boquerones, calamares, chanquetes... y de postre unas natillas. Pero antes de volver a casa nos dimos una vuelta, a la que nos invitaron los abuelos, en el precioso carrusel que hay cerca del puerto. ¡Lo pasamos genial!