martes, 20 de abril de 2010

Exterminio

Después de dos días de persecución, lucha, captura y exterminio, mi cabeza ha pasado de ser un campo de batalla a lo que es ahora, un limpio y sano cabello de niña de casi cuatro años. Mamá ha sido la responsable de tan tremendo éxito. Ha estado literalmente peinando cada parte de mi cabeza en busca de los escurridizos piojos y pegajosas liendres. Culpables todos ellos de mis picores continuos.

Pero todo ha pasado, o por lo menos eso parece, porque después de unas cuantas inspecciones no hay pistas de ellos. Mejor así.

Por otro lado mi hermanito Miguel cada día comprende mejor las cosas y, de esta manera, parece que empieza a diferenciar algo mejor lo que debe y lo que no debe hacer. Otra cosa muy distinta es que luego, al final, haga lo que le dé la gana, porque muy obediente no es.

2 comentarios:

Tito David dijo...

Hola Sofía:

Así que ya no hay invitados en la cabecita, eh? Pues mejor, que ya llega tu cumple y querrás disfrutar con todo el mundo jugando, viendo los regalitos, tu tarta... seguro que será una fiesta muy bonita y lo psaremos muy bien.

Besos

Salva dijo...

En realidad nunca fueron invitados, fueron inquilinos no seados, repudiados.

¡Malditos ocupas indeseados!