viernes, 2 de abril de 2010

El puente y el castillo

El jueves nos levantamos tempranito aunque era fiesta, y es que ya sabéis que Miguelito no aguanta mucho en su cuna. Mamá me preguntó si yo quería tomar churritos y cuando Miguel lo escuchó se puso muy contento, y repetía "uito" "uito" una y otra vez, y tiraba de nosotros para que nos fuésemos a la cocina. Se fue para allá y se sentó en la silla esperando que le diésemos churros. Pero como no teníamos en casa fuimos a tomar churros a la calle.

Nos arreglamos y fuimos a la churrería que hay cerca de casa. El churrero nos regaló churros a Miguel y a mí, y tuvimos la suerte de que nos invitó a desayunar Ignacio, nuestro vecino, que también estaba allí.

Desde la churrería nos fuimos a pasear al paseo marítimo. Andamos hasta llegar a un puente tras el que había sobre una montaña un gran castillo con una bandera. Subimos andando hasta él, y una vez allí pude ver los cañones, lo grande que es el mar y lo enorme que era la bandera. Fue muy divertido. No nos acordamos de llevar la cámara de fotos y no pudimos hacernos ninguna. ¡Vaya rollo!

Antes de volver a casa fuimos a comer y recobrar fuerzas a un restaurante. Volvimos a la casa y no pude hacer otra cosa que tumbarme en el sofá.

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