domingo, 11 de abril de 2010

El café frío

Este fin de semana ha sido algo más tranquilo que de costumbre. Hemos pasado mucho tiempo en casa, jugando con nuestros juguetes, coloreando, viendo dibujos en la tele y cosas así. Lo peor es que Miguel ha vuelto a hacer una de las suyas, aunque un poco sin querer, la verdad.

El sábado por la mañana, mientras papá estaba fuera, mamá y yo estábamos desayunando tranquilamente en la cocina. Y Miguel, que pasa todo el tiempo del que dispone maquinando alguna trastada, decidió sentarse en el filo del cubo de la fregona. Tanto se apoyó al sentarse, que volcó el cubo, y todo el agua que había dentro se derramó inundando todo el lavadero, poniendo a Miguelito empapado de agua. Mamá tuvo que cambiarlo de arriba abajo, pañales y tenis incluidos. Vaya regañeta que le cayó al pobre. Pero claro, es que no se está quietecito ni un solo momento.

La pobre de mamá se quedó a medio desayunar y se le puso el café frío.

Os coloco una foto un poco loquita, dándome un baño espumoso.

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