Ayer jueves fui de excursión con mis compañeros de cole. Fue muy divertido. Nos montamos en autobús -ya es mi segunda vez- y nos fuimos a una granja. Todos juntos, en varios autobuses. ¡Me encanta el autobús! En la granja vimos algunos animales como son dos patos y un burro. Ninguno más. Pero lo más importante fue que hicimos un taller de barro. Yo hice, con mis propias manos, una mariquita. Me encantan porque son muy divertidas, pues parecen que están de feria toda la vida con esos lunares.
Regresamos de vuelta, otra vez en autobús, y me recogió mi abuela Pepi y mi abuelo Miguel, que también recogieron a Miguel, que estaba pasándoselo bien con Miki. Almorcé en casa de los abuelos junto con papá, mientras mami estaba en un almuerzo del trabajo.
Allí me lo paso en grande. El abuelo siempre tiene un regalo para mí. La abuela me llevó a mis clases de inglés y cuando volvimos a casa llegó mi prima Natalia, con la que me lo paso siempre en grande. Fue un día estupendo, excepto cuando comencé a rascarme y rascarme. Oh oh...
Cuatro liendres y ningún piojo. Otra vez a lavar toda la ropa, las sábanas, las mantas... y a ponerme un champú antipiojos. ¡Qué fastidio!
Regresamos de vuelta, otra vez en autobús, y me recogió mi abuela Pepi y mi abuelo Miguel, que también recogieron a Miguel, que estaba pasándoselo bien con Miki. Almorcé en casa de los abuelos junto con papá, mientras mami estaba en un almuerzo del trabajo.
Allí me lo paso en grande. El abuelo siempre tiene un regalo para mí. La abuela me llevó a mis clases de inglés y cuando volvimos a casa llegó mi prima Natalia, con la que me lo paso siempre en grande. Fue un día estupendo, excepto cuando comencé a rascarme y rascarme. Oh oh...
Cuatro liendres y ningún piojo. Otra vez a lavar toda la ropa, las sábanas, las mantas... y a ponerme un champú antipiojos. ¡Qué fastidio!
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