Ya he escrito antes en este blog que mi hermano Miguel es muy juguetón y que mientras está suelto por casa se entretiene casi con cualquier cosa. Puede entretenerse con muchas cosas, digo, especialmente con sus pelotas, sus coches o mi plancha de juguete. Pero últimamente su entretenimiento favorito es un yoyó.
No sabe jugar correctamente con él. Ni siquiera lo intenta, le da igual, él es feliz yendo de un lado para otro tirando de una cuerda en la que al otro extremo hay algo que va chocando contra el suelo o los rodapiés y muy pocas veces rodando. No le importa para nada. Es feliz así y que no se le ocurra a nadie quitarle el yoyó. No veas cómo se pone el fiera de mi hermano.
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