lunes, 23 de noviembre de 2009

Despiojada

Ya estoy despiojada, o al menos eso parece, y por eso hoy he vuelto al colegio. Al final tan sólo he perdido un día -el pasado viernes- y estoy lista y preparada para seguir aprendiendo. En casa nadie parece haberse infectado, lo que es un logro de mi mamá, que se ha encargado -aparte de despiojarme a mí- de lavar todo lo que ha estado cerca mía (colchas, cojines, ropa, cepillos, peine,...). Todos ha significado un enorme trabajo de limpieza, sobretodo empezando por mí, que me he lavado cuatro o cinco veces tan sólo en un fin de semana. Todo el día en romojo, vamos.

Para descansar de tanto trabajo el domingo fuimos junto con mis abuelos Pepi y Miguel a almorzar a la calle. Fuimos a la Venta La Torre y una vez allí coincidimos con mis otros abuelos que casualmente también habían decidido salir a almorzar al mismo sitio. ¡Vaya sorpresa!

Después, mientras mi padre se fue al fútbol, yo fui con mi mamá y Miguelito a una cafetería con Nacho, Blanca y su mamá. Su papá no vino porque también fue al fútbol con papá. Me lo pasé en grande libre de piojos.

No hay comentarios: