Este fin de semana ha sido un fin de semana muy intenso, especialmente el domingo. Nos fuimos a ver un partido de fútbol a casa de mi padrinos Mª Carmen y José Miguel. En principio íbamos sólo a merendar mientras veíamos el partido, pero finalmente también nos quedamos a cenar.
El partido debió ser muy emocionante porque todos tenían los ojos pegados a la gigantesca tele que tienen mis padrinos en el dormitorio. ¡Mi padre y Jose vieron el partido tumbado en la cama! ¡Qué cómodos! Mientras Natalia, Miguelito y yo no paramos de jugar al escondite y de ir de un sitio para otro. Todo el rato riéndonos. Nosotras -Natalia y yo- nos escondíamos y Miguelito nos buscaba diciendo ¿Dónde está? Poniendo las manos abiertas como sólo él sabe. ¡Qué gracioso!
Pasamos un día de partido buenísimo. Después de cenar mi padrino me dio unos dibujos que salieron de un aparato para poder colorear. Me encantaron y estuvimos un rato coloreando, pero teníamos que tener mucho cuidado de que Miguel no nos quitara los colores. ¡Qué peligroso!
En el coche de vuelta a casa, ya de noche, me quedé dormida pronto pero por lo visto Miguel estuvo todo el rato despierto hasta llegar a casa, y es que Miguel no para hasta acostarse. Menudo es él.
Pasamos un día de partido buenísimo. Después de cenar mi padrino me dio unos dibujos que salieron de un aparato para poder colorear. Me encantaron y estuvimos un rato coloreando, pero teníamos que tener mucho cuidado de que Miguel no nos quitara los colores. ¡Qué peligroso!
En el coche de vuelta a casa, ya de noche, me quedé dormida pronto pero por lo visto Miguel estuvo todo el rato despierto hasta llegar a casa, y es que Miguel no para hasta acostarse. Menudo es él.