jueves, 9 de julio de 2009

Vuelta a la normalidad

El domingo por la noche volví directamente desde la casa de mi prima Natalia, donde estaba después de pasar la tarde en la playa, hasta mi casa. Allí, en nuestra casa, estaba mi abuela Pepi con mi hermano Miguel mientras el abuelito Miguel había ido al aeropuerto a recoger a mis padres. ¡Qué emoción! Estaban a punto de llegar y de darme mi regalo por haberme portado tan bien. He de confesar, ahora que ya tengo mi regalo, que portarme bien ha sido muy fácil, pues los abuelos me han dejado hacer "casi" todo lo que yo quería.

Mis padres llegaron a casa y nos envolvieron de besos y abrazos a mi hermano y a mí. A mi hermano le trajeron un body londinense y un dinosaurio de juguete, y a mí una camiseta muy chula, una taza igual que la de ellos pero en chiquitita y un avión de juguete que tiene una cremallera y dentro, en la cabina, hay un piloto y una azapata, además de una maleta. También trajeron cholocate y una caja de té, sólo para mayores.

Así, una vez que mis padres están por fin en casa, todo vuelve a la normalidad, otra vez la guardería, las tardes en casa con los dibujos y cosas así. Me encanta mi rutina.

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