viernes, 24 de julio de 2009

El león marino

Basta que yo diga que Miguel se está portando mejor últimamente y que lleva incluso varios días durmiendo bastante bien para que Miguel, para llevarme la contraria y dejarme de mentirosa se despierte a las 6 de la madrugada. No os podéis imaginar la poca gracia que le hace a mis padres que Miguel se despierte a esas horas tan tempranas.

Sin embargo, Miguel se despierta como si fuese lo más gracioso del mundo, y es que la verdad, viéndolo sonreír se te pasa el enfado y el mal gesto de la cara en un santiamén. Él se despierta como si fuese lo más normal. ¡Venga a jugar!

Por otro lado, también dije que colgaría una foto de nuestra visita al Selwo Marina y aquí está. Si no salgo muy bien en la foto, si parezco asustada y con una pizca de miedo en mi cara, es porque el león marino me miraba regular, y además, era muy grande. Miguel no parecía tenerle nada de miedo, todo lo contrario. Papá tuvo que cogerle el brazo porque lo que quería era tocarlo.


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