La horchata

Ayer domingo me desperté muy contenta después de dormir profundamente toda la noche, sin mocos ni tos que me desvelasen y pude descansar tranquilamente, como mis padres. Aunque mami un poco menos porque pone el despertador para controlarme la fiebre. ¡Cómo se preocupa por mí!

Llevábamos mami y yo dos días sin salir de casa, así que papi nos invitó a ir a tomar churros a la calle. Finalmente fuimos junto con los abuelos Pepa y Felipe a desayunar a la cafetería La Unión donde trabaja el amigo de mis padres Juanfra donde casualmente pudimos ver a Lidia junto con Elena, que estaba dormidita.

Me quedé toda la mañana con mis abuelos porque mis padres fueron al cine. Me encanta que vayan al cine y yo pueda quedarme en casa de los abuelos. Estando en casa de los abuelos llegaron a visitarme Cristina y David además de Mila y Mariano que son los padres de tito David. Me trajeron un regalo que es un libro musical que me gustó mucho.

Cuando volvieron mis padres del cine, fuimos todos juntos a almorzar a la Pizzería Primavera -antojo de mami-. No hubo siesta para mí. ¡Bien! Mientras ellos almorzaban yo jugaba con los poco apreciados móviles de Mariano y papi. Seguidamente fuimos a tomar un helado, aunque lo que yo me tomé fue el zumo blanco de papá, que él no sé por qué llama horchata.

Desde la heladería volvimos a casa donde nos juntamos todos de nuevo además de tita Rosi y Chiqui y tita Mª José y Francisco. ¡Cómo les gusta el fútbol a los hombres! Cuando el partido terminó me bañaron y papi me dio el biberón pero justo después lo vomité todo. Hasta la horchata de la tarde. Es que como demasiado para no tener dos años, pero a partir del miércoles sí podré.