En el pediatra

Ayer por la tarde mi madre y mi abuela Pepa me llevaron al pediatra. Papi estaba trabajando. Era mi revisión de mis "casi 2 años", que ya mismo cumplo. No me gusta nada ir al pediatra, en realidad, no me gustan nada los médicos, ni nadie que lleve bata en general. Lloré, pataleé y opuse toda la resistencia que pude para que no me examinara. También me anduve con mucho ojo de que no me pincharan esta vez.

A pesar de todo, el pediatra se portó bastante bien y primero me pesó para ver que mi peso es de 15,100 Kg, que es más o menos lo que pesa una niña de 92 cm como los que yo mido ya. Estoy grande pero no gorda es lo que dice mami. Después me ha dicho que ya puedo dejar de tomar leche para bebés y puedo tomar leche entera normal. Como una niña grande.

Además dijo que ya debería empezar a cepillarme los dientes para ir aprendiendo a cuidarlos desde chica. Parece muy divertido. Pero lo mejor es que dijo que ya no tengo que vacunarme hasta que tenga 3 años. ¡Qué alegría!