Después del día intenso de la celebración del cumpleaños de Miguelito, todavía al día siguiente teníamos previstas más actividades, en esta ocasión almorzar con un montón de amigos, y justo después a la feria, porque el día del cumpleaños de Miguel, el verdadero cumpleaños de Miguel, es el día que comienza la feria de Fuengirola y se lía una bien buena.
El día del cumpleaños de Miguel es también un día muy divertido para mí, y en realidad para toda la familia, pues desde el día que nació siempre es un día en el que me visto de gitana, pero además también vamos a comer con los amigos y a pasear por la feria y a montarnos en los cacharros. Un día de los buenos de verdad. Así que este año tampoco íbamos a ser menos, de manera que nos despertamos más bien tarde después del ajetreo del día anterior y después de desayunar comenzó la carrera para la feria.
Miguel se vistió de gitano y mamá y yo nos vestimos de gitana, mientras que mi padre, al que no le hace mucha gracia eso de disfrazarse, se quedó como siempre. Una vez todos arreglados bajamos andando al centro, donde habíamos quedado con muchísimos amigos para almorzar todos juntos y después todos -menos algunos hombres que se fueron a ver el fútbol- nos fuimos para la feria. ¡Qué divertida es la feria! ¡Qué divertidos los coches choques, y el saltamontes, y el dragón! ¡Qué bien lo pasamos!
Cuando estábamos muy cansados, antes de volver de casa, ya de noche, tomamos unos buñuelos con chocolate blanco que estaban para chuparse los dedos.
Os pongo una foto para que veáis lo guapos que íbamos.
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