viernes, 27 de julio de 2012

La conductora

Casi sin quererlo ni buscarlo bajamos al centro de Fuengirola porque papá había visto unas sandalias que estaban muy rebajadas y que le gustaban mucho. Además le vendrían bien porque ya no tenía ninguna. Mamá también tenía que mirar para comprarse un bolso y de camino devolver una compra, así que bajamos con esa intención. Papá, al final, se compró las zapatillas, pero mamá, aunque devolvió la compra, no encontró un bolso que fuese bueno, bonito y barato como ella quería. Así que volvió de vacío.

Pero ocurrió que mientras estábamos en la tienda de las zapatillas, llamaron los abuelos Pepi y Miguel para saber dónde estábamos, y decidieron bajar al centro con nosotros y una vez juntos, casi sin darnos cuenta, estábamos sentados en una terraza con unas albóndigas con tomate por delante. Bueno y alguna que otra cosa más.

Cenamos muy bien y nada más terminar bajamos un poquito más y dimos una vuelta por el paseo marítimo hasta llegar a la heladería Verdú donde tomamos unos helados. Después nada más terminar de tomarnos los helados seguimos paseando por el paseo marítimo y dimos con un sitio donde había unos coches de choque. ¿Y sabéis qué? Dimos tres vueltas y en las tres vueltas conduje yo, y mi hermano que acompañaba. En la primera vuelta lo hice bien pero en las otras dos vueltas lo hice genial. ¡Vaya conductora que estoy hecha!

Ya estoy deseando volver para seguir practicando.

No hay comentarios: