Cada día van sucediendo cosas nuevas en casa. Desde hace un tiempo que he aprendido a vestirme sola, o casi sola, depende de la ropa que me dejen preparada. Si es un chándal no tengo ningún problema y todo es muy fácil, pero si es una camisa con muchos botones, entonces, la tarea se complica. Otra tarea, en cambio, que se me da muy bien es quitarme la ropa. Es mucho más fácil y por eso lo hago mucho más rápido y sin ninguna ayuda. A mi hermano Miguel todavía hay que vestirlo aunque ya ha aprendido a ponerse las zapatillas de estar por casa, que es lo primero que se aprende. Para quitarse la ropa también está listo, o casi listo, aunque para quitarse los zapatos con cordones, lo que hace es sacárselos sin más, tirando para afuera, todo lo fuerte que puede hasta que lo consigue. No es bruto ni nada.
Otra cosa que está cambiando es que por las mañanas en lugar de desayunar pan con mantequilla, algunos días, tomamos pan con aceite. ¡Que rico! A veces Miguel también le echa tomate, otras jamón. Yo sólo tomo pan con aceite y si acaso una pizca de sal.
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