sábado, 14 de enero de 2012

El día de Reyes

Me gustaría deciros todos y cada uno de los regalos que he recibido en el día de Reyes, pero necesitaría estar todo un día entero aquí escribiendo y si además sumamos todo lo que le han regalado a Miguel y a mis padres, pues entonces creo que no acabaríamos nunca. Así que sólo os voy a contar los regalos que nos trajeron a mi hermano y a mí, y no sé si olvidaré alguno. Seguro que sí.

Os diré que cuando nosotros normalmente solemos despertar entre las ocho y las nueve de la mañana o aun mucho más temprano, ese día no nos movimos hasta las diez de la mañana. Y que cuando todos estábamos despiertos, mi hermano Miguel, decía un poquito más porque todavía no quería despertarse. ¡Estaba cansadísimo de la cabalgata de Reyes! Además creo que todavía no tiene muy claro qué es eso de los Reyes Magos.

El primero en entrar en el salón fue papi, miró que estaba todo en orden y que no quedaba ningún Rey Mago por allí dejando regalos y entramos. ¡Qué sorpresa más grande! ¡Había regalos para todos y por todos lados! ¡Jo, qué contenta me puse! Había regalos de todos los colores y tamaños. A mi hermano le trajeron muchos: varios Gormitis, algunos coches de carreras, un camión-grúa, una carroza del Oeste con indios y pistoleros, un libro-puzle, un muñeco Buzz Lightyear y un vaquero Woody de Toy Story. A mí lo que me dejaron fue una muñeca de Tarta de Fresa, un libro también de Tarta de Fresa, un diario y una colonia de Campanilla, un vestido para mi muñeco de Nenuco y una bicicleta.

Después, mientras desenvolvíamos todos los regalos, desayunamos Rosco de Reyes y nos arreglamos para ir a recoger más regalos que los Reyes Magos habían dejado en casa de nuestros titos y abuelos. Os podéis imaginar que trajeron de todo y mucho. Tantos regalo nos dejaron que me cuesta ahora recordar tantas cosas, pero os puedo decir, si no se me olvida algo, que a Miguel le trajeron también una bicicleta, un cubo con piezas para montar castillos y una pista de carreras con dos coches de Toy Story y muchísima ropa. ¡Qué contento se puso! A mí me dejaron también muchísima ropa y una Princesa Rapunzel, una caja registradora, una Nancy con dos vestidos y una cámara de fotos.

Unos regalos fabulosos porque se ve que hemos sido muy buenos.

En medio de todo fuimos a comer con los abuelos Miguel y Pepi, con mis padrinos: Mª Carmen y José, con tita Ana y tito Paco y Natalia a un restaurante alemán. ¡Qué día más intenso fue el día de Reyes!

Luego por la noche vinieron a nuestra casa Nacho y Blanca, que tenían un regalo para ellos aquí también. ¡Jo, cuánto jugamos juntos!

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