viernes, 13 de agosto de 2010

El cumpleños de mi abuelo Felipe

Ayer fue el cumpleaños de mi abuelo Felipe y fue un día verdaderamente especial.

Por la mañana nos despertamos tempranito, pero no mucho, sobre las nueve y veinte. Desayunamos y nos preparamos para irnos a la playa. Vinieron con nosotros mis abuelos Pepi y Miguel, más tarde también vinieron mis otros abuelos Pepa y Felipe. En cuanto llegó felicité a mi abuelo y le di un buen beso de cumpleaños. El mar estaba estupendo, casi sin ninguna ola, y el agua estaba estupenda para bañarse, incluso había una leve brisa que hacía todavía mejor eso de estar en la playa.

Os podéis imaginar lo bien que lo pasamos en la playa. Mis padres llevan nuestra gran piscina, la inflan y la llenan de agua. Sacamos todos nuestros cubos, palas, rastrillos, castillos y no paramos de jugar. A mi hermano le encanta entrar y salir, llenarse las manos de arena para luego enjuagarselas. A mí también me gusta todo eso y además me gusta hacer castillos y ayudar a mi padre a hacer un gran hoyo donde meter a Miguelito. La última vez hizo uno tan grande que cabía Miguel enterito. Volvimos a almorzar a la casa y pasamos toda la tarde tranquilos hasta la noche cuando fuimos a cenar a un restaurante donde el abuelo Felipe nos invitó por su cumpleaños.

El restaurante se llama La Farola y está en una plaza donde pudimos jugar a gusto. Miguel y Daniel no pararon de un lado para otro y menos mal que estaba yo allí para ocuparme de ellos porque si no... también jugué un buen rato con tita Cristina y David y fue la primera reunión "oficial" a la que vino Celia, que se portó muy pero que muy bien. ¡Está tan chiquitina y tan guapa!

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