Miguel está empezando a decir cosas, cada vez alguna cosita más. Ya sabe pedir agua pero también dice adiós y hola y está aprendiendo a decir uno cuando le preguntas cuántos años tiene. Lo dice levantando el dedito y es muy gracioso. Lo que pasa es que cuando se distrae no hay manera de que conteste ni nada, y Miguel se distrae mucho.
Por otro lado come cada vez mejor, casi cualquier cosa que le des se la come, menos los yogures, que no le hacen mucha gracia. Suele escupirlos casi siempre. Los biberones se los toma pero no tan bien como yo lo hacía. Se los toma pero muy poco a poco primero la mitad y luego, a la media hora, la otra mitad, porque parece que se cansa. Es un poquito vago. Sin embargo es ponerse en el suelo y no para, va gateando de la cocina al salón, del salón al baño y seguidamente otra vez al salón y directo al cuarto de mis padres luego al cuarto del ordenador y todo el rato así. No para. Y ya no sólo gatea, sino que está aprendiendo a dar pequeños pasos, en tramos pequeños, son sus primeros pasos. Es muy divertido verle.
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