Después de pasar dos noches en casa de mis abuelos Pepa y Felipe fuimos tres noches a las de mis abuelos Pepi y Miguel. Me gusta mucho estar en casa de mis abuelos porque allí puede ir mi primita favorita, mi única prima Natalia.
Pasé mucho tiempo con mi prima Natalia, especialmente un día que junto con sus padres fui a la playa y después a su casa, donde jugamos con sus juguetes. Miguel no vino y se quedó con los abuelos en casa. Natalia es muy divertida y muy juguetona como yo. Me enseña muchas cosas, pero sobre todo a jugar. Me enseña a pintar princesas, y a colorearlas después, además de a bailar y a jugar a juegos muy divertidos.
En casa de los abuelos también tuvimos problemas por las noches porque yo ya me había acostumbrado a dormir con la abuela Pepa en la cama, así que eché al abuelo Miguel para dormir yo. Luego cuando mi padre se enteró me regañó por teléfono y me dijo que tenía que dormir en mi cama, porque yo era ya mayor y eso hay que demostrarlo, así que esa misma noche ya dormí en mi cama y me encargué obedientemente de Miguel como me dijo mamá.
En fin, que los abuelos son muy divertidos pero que Miguel y yo también lo somos y, aunque hay veces que estamos caprichosos y revoltosos, generalmente estar un día con nosotros es una pizca cansado pero muy divertido.
Pasé mucho tiempo con mi prima Natalia, especialmente un día que junto con sus padres fui a la playa y después a su casa, donde jugamos con sus juguetes. Miguel no vino y se quedó con los abuelos en casa. Natalia es muy divertida y muy juguetona como yo. Me enseña muchas cosas, pero sobre todo a jugar. Me enseña a pintar princesas, y a colorearlas después, además de a bailar y a jugar a juegos muy divertidos.
En casa de los abuelos también tuvimos problemas por las noches porque yo ya me había acostumbrado a dormir con la abuela Pepa en la cama, así que eché al abuelo Miguel para dormir yo. Luego cuando mi padre se enteró me regañó por teléfono y me dijo que tenía que dormir en mi cama, porque yo era ya mayor y eso hay que demostrarlo, así que esa misma noche ya dormí en mi cama y me encargué obedientemente de Miguel como me dijo mamá.
En fin, que los abuelos son muy divertidos pero que Miguel y yo también lo somos y, aunque hay veces que estamos caprichosos y revoltosos, generalmente estar un día con nosotros es una pizca cansado pero muy divertido.
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