viernes, 24 de enero de 2014

Caminando con dinosaurios

Llegó el domingo pasado y mi hermano se moría de ganas de ir al cine. Llevaba mucho tiempo deseando ver Caminando con dinosaurios, y por fin había llegado el día de ir a verlo. Estaba bastante nervioso antes de que comenzara la película y una vez en la butaca, no paraba de moverse. Se comía las palomitas a puñados mientras esperaba el inicio. ¡Jo, qué emocionado estaba!

Cada vez que aparecía un dinosaurio nuevo en la pantalla, mi hermano daba un salto en la butaca de emoción y lo señalaba y gritaba el tipo de dinosaurio que era. Si acertaba o no, ninguno lo sabemos, porque nadie parece saber de dinosaurios tanto como él, y la verdad es que saber nombres se sabe unos cuantos. Él dice ese es un Diplodocus, y ese un Tyrannosaurus y ese otro un Stegosaurus y aquel un Triceratops. Así todo el rato. Orgulloso al menos de saberse un buen número de distintos dinosaurios. ¡Valiente paleontólogo tenemos en casa!


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