martes, 26 de junio de 2012

Mi graduación

El domingo no habíamos vuelto aún a nuestra casa después de un largo camino desde Chiclana cuando paramos en la panadería para comprar pan rayado para hacer bizcochos, y es que mi madre se había comprometido en llevar un par de bizcochos para la fiesta de mi graduación. ¡Qué apañada que es mi madre!

El viaje de vuelta no fue cansado porque nos dormimos muy, muy rápido. Miguel lo hizo en la primera o la segunda curva, yo tardé unas cuantas más pero a pesar de mi intento de no caer, caí, y bien que lo hice. Estuve dormida hasta que mis padres pararon en la puerta de la panadería. ¡No es increíble! Mamá también durmió un rato, pero poco, y papá no durmió nada, claro, porque estuvo todo el rato conduciendo. Al llegar a casa Miguel y yo nos tumbamos en el sofá pues llegamos reventados, y es que eso de no hacer nada excepto jugar durante todo el fin de semana cansa mucho.

Al día siguiente fue mi graduación. ¡Qué emocionante! Tenía que recitar unos poemas en el salón de actos, delante de todos mis compañeros, de sus padres y hermanos y de los profesores. Además había muchísimas cámaras de fotos y de vídeo, con todo lo que eso impresiona. Fue muy emocionante. También nos entregaron una orla y una camiseta con un dibujo que cada uno de nosotros habíamos dibujado. Así, yo llevaba una camiseta con un dibujo mío, mi amiga Marta llevaba otra con un dibujo suyo y así todos y cada uno de nosotros. ¡Qué gran idea!

Después de pasar tantos nervios no vino nada mal tomarse un poco de bizcocho de mamá.

Aquí os pongo una foto de mis mejores amigas del cole: Marta, Sofía, Mª del Mar y Lidia.

1 comentario:

Tita Cristina dijo...

Muchas Felicidades Sofía!!! Seguro que dijiste muy bien la poesía. Un beso.