lunes, 4 de abril de 2011

Las cortinas

Pensaba contar que el fin de semana fue muy tranquilo, que fuimos todos juntos al rastrillo y que como tanto Miguel como yo nos portamos bien mis padres nos compraron allí una Barbie para mí y una excavadora amarilla para Miguelito. Ellos se trajeron tres libros.

También iba a contar que vi como mi padre comió caracoles. ¡Caracoles! ¡Está loco! También pensaba contar que Miguel y yo nos tomamos cada uno un Frigopie. ¡Qué rico! También podría contar que pasamos todo el domingo en casa, holgazaneando, tirados en el sofá, o en el suelo, o en la cama, o donde sea pero tirados.

Pero voy a tener que confesar que hoy, mientras mi hermano y yo jugábamos, sin querer tiramos las cortinas al suelo. ¡Otra vez! Papá pensaba ir a comprar al Mercadona después del trabajo, pero mamá lo llamó al trabajo para decirle que no se retrasase y que viniera directamente a casa. Gracias a Dios papá lo arregló, aunque le costó más que la otra vez.

Mamá se puso como una loca y gritó tanto cuando lo vió que se ha quedado un poco ronca. Miguel y yo estamos muy arrepentidos y hemos prometido no volverlo a hacer... espero.

2 comentarios:

Mamá dijo...

¡¡¡Dios míoooo!!! Que me quedo sin casa...

Tito David dijo...

Madre mía! No tenéis peligro ni nada!!! Menos mal que poco a poco os vais haciendo más mayores y os iréis portando mejor, ya que cuando sois pequeños, no tenéis conciencia de las cosas... es lo bonito de ser pequeño!!!!