jueves, 17 de marzo de 2011

Pobrecito

El domingo por la mañana, mientras mis padres fueron al cine en sesión matinal, mi hermano y yo nos quedamos en casa de los abuelos Pepa y Felipe. Miguel comenzó a ponerse tontorrón y para cuando mis padres volvieron Miguel ya tenía fiebre. Aun así fuimos a comer los cuatro juntos al Burger King. ¡Me encanta comer en el Burger King! Después de almorzar teníamos pensado en dar un paseo o en ir a un parque, pero, sin embargo, después de tomarme un helado en la hamburguesería nos volvimos a casa.

Miguel estaba tristón y sin gana de comer. Se tapaba la boca y decía que le dolía. Pobrecito.

Desde entonces no ha podido ir a la guardería, porque aunque no tiene mucha fiebre ya que su pediatra le ha mandado antibióticos, sí que no quiere comer casi de nada aunque el pobre tiene hambre. Quiere comer pero le duele mucho al tragar porque tiene plaquetas de pus en la garganta. Pobrecito. Casi no quiere jugar, sólo quiere estar en brazos y a mamá no la deja hacer nada. Esperamos que se recupere pronto porque se está quedando como un fideo.

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