El fin del año 2010 lo pasamos en casa de mis abuelos Pepi y Miguel. Estuvimos solos los seis pero no veas la que liamos allí, sobre todo mi hermano y yo. Resulta que mi abuelo nos tenía preparadas dos bolsas que se llaman de cotillón, pero que son dos bolsas con un montón de cosas dentro: trompetas, serpentinas, máscaras, bigotes y narices postizas con gafas incluidas y más cosas de ese tipo. Miguel y yo lo pasamos genial. Nos pusimos como locos.
Al rato mi hermano se durmió. No pudo aguantar hasta la hora de tomarse las doce uvas. Yo sí y me las comí, aunque una se me cayó al suelo, pero rápidamente mi madre me la cogió y me la comí, pero sin que sirva de precedente. Fue muy divertido vernos a todos comernos las uvas a dos carrillos. Después estuvimos un rato más viendo la tele, y jugando a algunos juegos, mientras nos hinchábamos a turrones, pero llegó la hora de irse para casa porque estábamos allí desde el año pasado. En serio.
Al rato mi hermano se durmió. No pudo aguantar hasta la hora de tomarse las doce uvas. Yo sí y me las comí, aunque una se me cayó al suelo, pero rápidamente mi madre me la cogió y me la comí, pero sin que sirva de precedente. Fue muy divertido vernos a todos comernos las uvas a dos carrillos. Después estuvimos un rato más viendo la tele, y jugando a algunos juegos, mientras nos hinchábamos a turrones, pero llegó la hora de irse para casa porque estábamos allí desde el año pasado. En serio.
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