sábado, 31 de julio de 2010

El carro

Ayer viernes por la noche fuimos a cenar a la calle. A uno de nuestros sitios favoritos para los viernes: Rigodón. Allí nos juntamos muchos amigos y charlamos mucho, especialmente yo, que soy un poco cotorra. Miguel habla poco pero corre mucho, quizás demasiado, porque mamá anda todo el día detrás de él. Menos mal que también vino su padrino David con el que siempre le gusta pasar un buen rato.

Después de cenar me tomé un helado, algo normal en mí después de cenar. Lo verdaderamente sorprendente es que me estaba quedando dormida mientras me tomaba el helado. En serio. Me quedé dormida con el helado en la mano. Increíble, ¿verdad? Mamá me puso a dormir en el carro de Miguel. Y allí estuve hasta que papá me subió en el coche y después desde el coche me puso en la cama. Casi no me enteré aunque sí protesté. Lo más gracioso de todo, aunque yo no me enteré, es que a Miguel, que no le gusta para nada estar en el carro, cuando se dio cuenta que yo estaba dormida en él, quería sentarse y que yo me quitase. ¡Será canalla! Dicen mis padres que lloriqueaba diciendo: carro Miguel, carro Miguel.

jueves, 29 de julio de 2010

Cien ojos

Se acercan las vacaciones de verdad, me refiero a esas que nadie en casa tiene que ir a trabajar, ni al cole ni a nada. Estoy deseando que llegue el día para comenzar a disfrutar a lo grande. Tenemos muchos planes para realizar todos juntos, pero mis padres no me cuentan mucho. Sólo de dicen que ya veré lo bien que lo voy a pasar y verdaderamente comienzo a estar ansiosa.

Mientras llegan las vacaciones disfrutamos de un montón de cosas. Yo disfruto mucho de los dibujos animados que ponen en alguno de mis tres canales favoritos de la tele, además, también me gusta mucho dibujar. Últimamente me estoy dedicando mucho a dibujar retratos. Ya he realizado unos cuantos y no me han salido mal.

Miguel también sabe aprovechar el tiempo. Por las mañanas se lo pasa bomba con Miki. Dan paseos, juega con Adrián y hace muchas cosas divertidas. Por las tardes, cuando está en casa conmigo, participa más que antes con mis cosas, aunque como me despiste es capaz de tirarme todo lo que tengo en la mesa en un tiempo récord. Y es que hay que andar con cien ojos con el chiquitín.

También le gusta esconderse y luego darnos sustos. En la foto podéis ver lo mal que mi hermano se esconde y lo llenas de cardenales que tiene las piernas.

martes, 27 de julio de 2010

La nena y el...

Ya he comentado antes que mi hermano Miguelito está, desde hace ya algún tiempo, aprendiendo a hablar, y mientras aprende nos reímos mucho con él. Ayer, por ejemplo, mientras veíamos un libro juntos le señalamos una foto de una niña, al mismo tiempo que yo le decía que era una nena , es una nena. Miguel repetía nena, nena. Seguidamente le señalé la foto que había justo al lado, donde aparece un niño mientras le preguntaba qué era. ¿Sabéis qué me respondió? Me dijo que era un "neno", ¿qué gracioso verdad? Ya veis que no paramos de pasarlo bien en casa, incluso cuando aprendemos.

sábado, 24 de julio de 2010

Intensamente

Los días van pasando y, aunque los vivimos intensamente, casi no te das cuenta. Por ejemplo, cuando mis padres me dejan ver en el ordenador alguna foto de hace algún tiempo de mi hermanito Miguel, o incluso no de tanto tiempo, se puede ver de qué manera Miguelito está creciendo. El tiempo pasa rápido para todos, pero para Miguel parece que pasa aún más, o por lo menos parece que lo aprovecha más.

Además también está aprendiendo a decir muchas cosas, muchísimas y es que es el último que se duerme y el primero que se levanta. No se está para nada quieto y ya empieza a querer leer los libros. Es un bichito muy gracioso y muy travieso. Tanto que hace un par de días cuando yo le quité los colores me dio un bocado en el brazo que todavía, dos días más tarde, tengo marcado. Y es que es un bruto de cuidado. Pero qué le vamos a hacer.

martes, 20 de julio de 2010

El tiempo

Como todos ya sabéis estamos en verano, y con el verano toca disfrutar de días de sol, días de playa, helados y espetos de sardina. Pues eso es exactamente lo que estamos llevando a rajatabla. en casa. Este fin de semana pasado fuimos a la playa el viernes y el domingo, pero tomamos helados casi todos los días y el domingo espetos de sardina, además de churros. Todo me encanta. A mi hermano aunque no lo creáis le gustan más las sardinas que los helados, que también le gustan, pero menos. Pero sobretodo le gustan los churros.

Lo que no le gusta a Miguel prácticamente nada es meterse en el agua de la playa. Tan sólo le gusta el de su piscinita, que no tiene ni olas ni está el agua fría, bueno al principio sí está fría pero se calienta rápidamente.

El viernes fuimos a la playa con los abuelos Pepa y Felipe y todos mis titos, con lo que me lo pasé muy pero que muy bien y el domingo también fuimos pero con mis abuelos Pepi y Miguel. La sorpresa fue que vino con ellos mi primita Natalia y también fue verdaderamente divertido. Os aseguro que estoy aprovechando el tiempo.

miércoles, 14 de julio de 2010

Somos Campeones del Mundo

El sábado fuimos a la playa aunque en esta ocasión papá no vino, pero en su lugar vinieron Elenita y Lidia. Más tarde se unieron también tita Rosi y el primito Daniel. Lo pasamos estupendamente todos. El agua no estaba nada fría y apenas había olas, por lo que pudimos pasar mucho tiempo en remojo.

Volvimos a comer a casa y ya pasamos toda lo que quedaba de día en casa. Descansando de un arranque de fin de semana tan enérgico.

El domingo cuando papá se depertó se fue a comprar el periódico y volvió con el desayuno. ¡Churros! ¡Qué nos gustan los churros en casa! Especialmente a Miguelito que se comió un par él solito. Nada más terminar de desayunar, casi sin tiempo para ver unos dibujos, nos preparamos para ir a la playa. Al llegar a la playa estaban allí los abuelos Pepi y Miguel. Pasamos la mañana bañándonos porque el agua seguía calentita y sin olas. Como esta vez sí vino papi infló la piscinita que tenemos para que Miguel se metiese dentro. ¡Bueno yo también, claro! ¡Qué bien lo pasamos! A la hora de terminar papá y yo nos metimos en el mar con la piscina y nos quedamos un rato disfrutando los dos dentro. ¡Qué divertido!

Fuimos a almorzar junto con los abuelos al chiringuito. Pedimos espetos de sardinas para todos, incluso para mí. ¡Cómo nos gustan las sardinas en espeto! También pedimos boquerones y calamares pero lo que más me gustan son las sardinas en espeto, y el postre claro. Otro heladito.

Desde la playa volvimos directos a la casa para arreglarnos rápidamente porque se jugaba el partido más importante de la historia. España contra Holanda. Eso es lo que decía papá. Bueno papá y todo el mundo, hasta en la tele. Fuimos a verlo a casa de los abuelos Pepi y Miguel. También vinieron a verlo Natalia, tita Ana, tito Paco y mi padrino José. ¡Cuánta emoción y cuánta comida! Mamá hizo para la ocasión una tarta de manzana para chuparse los dedos. ¡Qué rica!

Ganamos el partido y todos nos abrazamos y cantamos campeones campeones, y yo soy español, español, español. Fuimos como el otro día a la fuente, pero en esta ocasión había todavía más gente y más escándalo. Allí nos encontramos con mis titas Rosi, María José y Cristina, mis titos Chiqui, Francisco y David, mi primito Daniel, y los abuelos Pepa y Felipe. Todo estaban también muy contentos. Papá les pinto la cara con la bandera de España, como antes había hecho con todos nosotros. ¡Qué diversión! Fue una fiesta fenomenal. Y acabó en el coche, a la vuelta a casa, en cuanto nos sentamos en el coche todo se apagó de pronto. ¡Qué buen fin de semana!

martes, 13 de julio de 2010

Helados y batidos

Este fin de semana ha sido también muy pero que muy divertido. Ya desde el mismo viernes nada más salir de la Escuela de Verano fuimos a almorzar a un restaurante de pescaditos fritos. Papá tenía antojo de pulpo -por algo del fútbol- y yo de boquerones, pero también pedimos calamares, ensaladilla rusa y patatas a la brava. De postre ya os podéis imaginar que me tomé un heladito almendrado. ¡Qué golosa soy! Miguel se portó nada más que regular. Todo el rato levantándose en la silla y rompiendo el mantel de papel. Por lo menos se comió bastantes boquerones fritos que mamá le limpió.

Desde el restaurante fuimos a casa de los abuelos Pepi y Miguel, que cuidaron de nosotros mientras mis padres tuvieron que hacer unas cosillas. Nos portamos muy bien, jugando y viendo la tele, aunque mis padres volvieron pronto a recogernos y antes de volver a casa fuimos a dar un paseito por el paseo marítimo. Casi al final, cuando estábamos cansados y empezaba a hacerse de noche, paramos en una heladería y yo me pedí un batido de turrón, papá una horchata y mamá una tarrina. Pero de todos el más especial era el mío que venía servido en una copa muy grande con mucha nata por encima. Me puse contentísima con mi copa. ¡Que buena estaba! Volvimos a la casa muy cansados. Cenamos algo ligero y a dormir.

El sábado fuimos a la playa aunque papá no vino, pero en su lugar vinieron Elenita y Lidia. Más tarde se unieron también tita Rosi y el primito Daniel. Lo pasamos estupendamente todos. El agua no estaba nada fría y apenas había olas. Volvimos a comer a casa y ya pasamos toda la tarde allí.

viernes, 9 de julio de 2010

En la fuente

¡Jo, qué bien lo pasamos el miércoles! Jugaba España un partido muy importante cerca del final del juego del mundial contra otro país que se llama Alemania, era un partido muy emocionante y difícil, sobre todo viendo lo contento que se puso todo el mundo después de la victoria.

Lo vimos en casa de tita Rosi y tito Chiqui, en una tele muy grande que tiene en el salón. Estábamos Rosi, Chiqui, Daniel, tito Francisco, mamá, papá, Miguelito y yo. ¡Nos hinchamos de comer! Papá le dio muchas visitas a un puré de aguacate que decía que le gustaba mucho.

Cuando España marcó todos locos de contentos y papá como es costumbre nos reboleó hacia arriba a mi hermano y a mí. ¡Hasta tocar el techo! Pero lo más divertido estaba por venir.

Nos montamos en el coche, bajamos hasta el centro, donde nos esperaban los abuelos Pepi y Miguel, y con la bandera de España atada a mi cuello, como si fuese una capa, nos fuimos a festejar la victoria a la fuente principal. ¡Cuánta gente! ¡Cuánta diversión! Me monté en los hombros de papá y nos paseamos por alrededor de la fuente, mientras la gente saltaba y echaba agua hacia afuera. Todo el mundo pintado de rojo y amarillo.

Miguel estaba un poco asustado de tantos petardos y de tanta gente, pero no lloraba, sólo se abrazaba fuerte, pero a la hora de irse no se quería ir. ¡Valiente asustón!

Os cuelgo una foto de cuando yo era una pepona de solamente tres meses.


martes, 6 de julio de 2010

Batido de fresa

El sábado, como mis padres tenían una cosa que se llama despedida de solteros, nos quedamos a dormir en casa de mis abuelos Pepi y Miguel. Allí vimos el partido de España. Bueno, en realidad lo veía el abuelo mientras abuela Pepi, Miguel y yo jugábamos. Pero lo que sí hicimos todos fue celebrar el gol de España. Así que por lo visto España está en semifinales, lo cual, parece que es algo muy importante, o al menos, que se celebra mucho.

Dormimos allí. Yo en la cama que hay en el cuarto que antes era de mi tita Ana y Miguel en la cuna que los abuelos tienen en su cuarto. Dormimos bien y nos portamos muy bien.

Al día siguiente, el domingo, a la hora de merendar vinieron mamá y papá a recogernos, y una vez en el coche nos fuimos al Paseo Marítimo a tomarnos un helado, aunque yo me pedí un batido de fresa que estaba riquísimo. Justo después, para bajar el batido, jugamos un rato en el parque.

Hoy os voy a colgar una foto de cuando Miguelín, nuestro Migui, era un pepón.



domingo, 4 de julio de 2010

La pistola y el ballet

El jueves fue mi primer día en la escuela de verano. Es en un colegio distinto al mío, algo más lejos, aunque aun así sigue estando bastante cerca. De todas formas para no cansarnos vamos en coche. El primer día vinieron mis padres a acompañarme. Al principio estaba muy cortada y no muy dispuesta a quedarme, pero cuando vi entrar por la puerta a mi amiguita Mª del Mar todo cambió. ¡Qué bien lo pasé! Estoy segura de que estar en la escuela de verano va a resultar una muy buena idea de mis padres, porque al día siguiente dijeron a mis padres que llevásemos ropa de baño y una pistola de agua. ¡Os dais cuenta! ¡Una pistola de agua!

Cuando terminó la escuela, Nacho, que también está en la misma escuela de verano que yo, aunque en un curso de mayores, se vino de vuelta con nosotros en el coche. Papá y mamá delante y Nacho, Miguel y yo detrás. Nos llevaron a almorzar al Burger King. ¡Qué bien lo pasamos juntos los tres!

Después de estar un rato jugando en el parque que hay en el Burger King, volvimos a casa y allí recogió a Nacho su madre. Justo después nos arreglamos y fuimos al parque a ver a mi prima Natalia en su actuación de ballet. Fue muy especial ver a mi prima vestida con sus medias y zapatillas de ballet.

Cuando finalizó la actuación y le dieron un diploma a cada una de las bailarinas nos fuimos a cenar todos juntos a Rigodón, y después de zamparme un sandwich a medias con Natalia y un helado cada una, de camino de vuelta casa, nos dormimos mi hermano y yo en el coche.

jueves, 1 de julio de 2010

Un tres y un siete

En casa tenemos dos teles pero, sin embargo, sólo usamos una, la otra prácticamente nunca se enciende siquiera. Pero llegó el día en el que España jugaba un partido muy importante del mundial de fútbol, ese que le gusta tanto a papá y encendimos las dos. Una en cada lado del salón. Mamá pasó la tarde del día anterior cocinando tortillas, y preparando cosas en casa, papá fue al supermercado para traer todas las cosas necesarias. Y cuando todo estaba por fin listo, fueron llegando poco a poco casi todos los que esperamos.

Aparte de mamá, de papá y de Miguelito fueron viniendo el abuelo Miguel y la abuela Pepi; tita Rosi, tito Chiqui y Daniel; tita Mª José con su barrigón y tito Francisco; abuela Pepa y abuelo Felipe, mi padrino José Miguel; Pepe; tita Ana, tito Paco y Natalia; nuestra amiga María José; tita Cristina y tito David; Nieves y Mariano, y entre todos ellos estaba yo, con mi camiseta de España y con la cara pintada de los colores de la camiseta y con la cara pintada, como todos los que estábamos allí. No se escapó nadie.

Y de postre hubo tarta, con unas velitas encima donde primero iba un tres y después un siete, que eran los años que cumplió mi padre el viernes. ¡Qué buena celebración! ¡Qué bien lo pasé!

Pd: España ganó uno a cero a Portugal.