Ayer, mientras mi padre estaba viendo el fútbol le pregunté si quería un café. Me dijo que sí. Le pregunté si lo quería muy caliente o templado. Me dijo que templado. Así que me puse en mi cocinita a prepararle el café. En eso que el Málaga metió un gol. Papá gritó mucho. Tanto que Miguel se asustó un poco. No pasa nada Miguel, le digo sonriéndole a mi hermano. En ese momento el hombre de la tele dijo que era gol de Salva. Entonces miré a mi padre sorprendida, sin comprender cómo papá había metido gol en la tele estando sentado en el sofá. Miré a la pantalla y vi cómo los que papá quería que ganaran, los azules y blancos, estaban abrazados celebrando el gol marcado por mi padre.
Me acerqué a mi padre y le dije: ¡has sido tú, papi! ¡Sí! me contentó. Entonces le llevé su café. Se lo di y le dije: ¡eres un campeón, papi!. Toma tu café, está templadito.
Me acerqué a mi padre y le dije: ¡has sido tú, papi! ¡Sí! me contentó. Entonces le llevé su café. Se lo di y le dije: ¡eres un campeón, papi!. Toma tu café, está templadito.
1 comentario:
jajajajajaja!!! Me encanta!!! Qué bueno!!! Desde luego, no hay nada como estar rodeadod e niños para ver las cosas desde otro punto de vista, el de la inocencia... lo dicho, me encanta!
Y aprovecho para felicitarte hoy, Sofía, por tu tercer cumpleaaños!!! Que pases un bonito día, lleno de juego, diversión, regalitos, amigos y familia!!!
Besos
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