
Luego nos arreglamos y nos fuimos los tres a desayunar a la Cafetería La Unión donde estaba el amigo de mi papi Juanfra. Mami y yo tomamos churros, papi se pidió otra cosa. Con la barriga llena fuimos directos a la playa. ¡Jo, qué diversión!
Normalmente los niños se llevan a la playa una bañerita, sin embargo, yo me llevo una piscina. ¡Toma ya! Me gusta jugar en la orilla de la playa aunque hoy el agua estaba muy fría, me divierte al principio, pero al final me hace castañear los dientes. Con tanto sol me cansé y me quería ir a la casa. Nos fuimos, pero no directamente, primero a comer a un bar y seguidamente a dormir la siesta en casa. Tres horas estuve durmiendo, ni más ni menos. Cuando me desperté estuve pintando toda la tarde hasta las 21:30 que llegaron los abuelos Pepa y Felipe. Mi papi y el abuelo vieron un partido de fútbol en la tele de Holanda frente a Rusia. Para mí eran los de naranja contra los de blanco y cuando terminó y se fueron me quedé dormida poco a poco. Agotada.
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